Heredamos de la tridimensionalidad esa tendencia a evadir
la realidad no enfrentando las cosas desagradables o que producen miedo o dolor, como la muerte. Siempre que pensamos en morir lo vemos como algo tan
lejano, un suceso que ocurrirá cuando la vejez ya no pueda hacerse cargo de
nosotros y nos devuelva a la fuente… pero la muerte es algo que nos está
ocurriendo día a día. Ahora mismo nos estamos muriendo… pero por no vivir
conscientemente nos perdemos este proceso que puede ser doloroso, pero eso no le
resta belleza…
La pasada por el 2013 –o dos mil crece– nos ha permitido
morir para poder así renacer, renovarnos, reinventarnos, que es la clave para
este 2014.
Morir es permitirnos que las energías gastadas, obsoletas
o nocivas que hayan en nuestras vidas se queden atrás y seguir caminando más
ligeros… morir es la capacidad de reconocer que estuvimos equivocados y empezar
de otra manera… morir es abrazar algo antes desconocido para nosotros… Morir es
dejar de enmascarar al Ser para que luzca la esencia… Morir es generar ese vacío
para que pueda llenarlo el nuevo Ser, ese que estás reinventando hoy con otra
fuerza y otros valores.
Morir es lo que le pasa a la oruga cuando se convierte en
Mariposa y deja de arrastrarse para pasar por un tiempo de purificación y
luego lanzarse al estreno de sus alas… y nuestra etapa de oruga se llamó 2013. Ahora
estamos listos para renacer y elevarnos… o seguir muriendo porque ahora la
consigna es: reinventarse o morir… y no queda de otra… es
así y no hay más.
El lento proceso transformador que inició Plutón al ingresar en
Capricornio el 2008, se acelera este 2014 ayudado por la cuadratura con
Urano… Nada que esté mal construido permanecerá de pie, así que si en tu vida
hay situaciones que carecen de bases solidas, prepárate para el gran derrumbe y
no digas que no te lo avisamos. Tampoco digas que los planetas están ensañados
con nosotros. Lo que el Padre Universo quiere para sus hijos amados, es lo que anhela
cualquier padre: lo mejor, que
vivamos en total felicidad, abundancia y armonía… pero como nosotros insistimos
en vivir de manera superficial, quedándonos atascados en el mundo de las formas,
nos genera ciertos espacios, para algunos tristes o dolorosos, con la única
finalidad de que podamos mirar hacia adentro y rescatar el verdadero valor que
nos ofrece la vida en este planeta que no es precisamente el que la mayoría
cree: eso de correr tras el éxito, luchar,
competir, acumular bienes, casarse, procrear y… nada más.
El valor de cada encarnación –léase vida en la Tierra– es
el de crecer interiormente, acumular luz. Así como en la parábola de los talentos que nos
entregan una cierta cantidad de luz y debemos retornar a la fuente con esa luminosidad
multiplicada… A eso podemos llamarle elevar
la vibración, volvernos luminosos, crecer, evolucionar… Es
todo la misma finalidad de nuestro paso por la Tierra…
Por eso en los primeros días del año los invito a reflexionar: Hemos hecho crecer nuestra Luz? Estamos avanzando o permanecemos estancados
en situaciones que no nos llevan a ningún fin?
Somos capaces de desapegarnos de lo terrenal para elevarnos por sobre
nuestra visión humana de las cosas?
Estamos dispuestos a renunciar a lo mundano solo por hacer crecer nuestra
Luz?
Sí, tal vez son muchas preguntas para reflexionar, pero si
no lo hacemos hoy ¿Cuándo?
No permitas que pase otro año más sin darle crecimiento a
tu Ser Luminoso… Ahora es el momento de reinventarte, hacerte consciente de que
eres portador de mucha luz y que eso es lo único trascendente en esta vida.
Todo lo demás es pasajero y pertenece al Maya o ilusión tridimensional… Vienes
a iluminar y a brillar con tus talentos… Así que dale, saca todas tus ganas y
conviértete en aquello que de verdad eres y permítete el regalo de convertirte
en la mejor versión de ti mismo que existe.
Vamos entonces por más Luz…
Felicidades a todos mis queridos compañeros de camino!
En Amor y Conciencia.
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