martes, 31 de marzo de 2009

Mariposas…



Las Mariposas son seres cautivantes… desde niña llamaron mi atención y recuerdo una vez que un primo capturó una para mi en un campo y yo, en vez de agradecerle el gesto lo fui a acusar con su madre –mi tía– para que lo obligase a liberarla… y él, muy molesto, la soltó y no me habló en el resto de las vacaciones…

Las Mariposas son de una belleza muy singular y no han nadie que permanezca indiferente a su dulce revolotear… sus formas, sus colores, su sutil revoloteo y los mensajes de alegría con que llenan el ambiente son siempre una bendición…

Hay muchas historias y fábulas que hablan de mariposas pero a mi siempre me ha encantado una antigua leyenda india que dice que cuando quieres enviar felicidad a alguien o quieras convertir tus deseos en realidad, le susurres a una Mariposa tu petición y la devuelvas a su libertad… y ella, llena de gratitud se elevará hasta los cielos para contar tu deseo a los Ángeles y ellos intercederán ante Dios para que lo que quieras te sea concedido…  y en mi vida he susurrado muchos deseos a muchas mariposas y puedo decir que todos los he cumplido.

Mi fascinación por las Mariposas es grande y las tengo repartidas por toda la casa… en mis cortinas, en ilustraciones, en unos bellos platos de postre y en el decorado del baño… también he creado una pagina que lleva ese nombre en la que he puesto muchas imágenes e historias de mariposas y te invito a ser parte de ella ingresando aquí.


Y recuerda siempre que veas una mariposa, pensar en el mensaje que puede traerte ella del Universo… No todos están en capacidad de ver el vuelo de una Mariposa…

Mer


viernes, 27 de marzo de 2009

Amando a la sombra



Todos, todos los seres humanos llevamos dentro dos fuerzas que se contraponen y que nosotros divorciamos porque mientras nos esforzamos por exaltar nuestro lado luminoso, escondemos las sombra y algunos hasta la niegan.

Para poder ser seres integrales debemos primero aprender a amar a nuestras sombras. Tenemos que desprogramarnos y borrar todo aquello que nuestra mente nos dice que somos. Nuestro programa está compuesto por la educación, la sociedad, la religión, la tradición familiar, etc. Al quitarnos todo aquello que NO somos quedamos desnudos frente a la realidad, a solas con nuestro yo.

Amamos nuestras luces y nos encanta ser alegres, piadosos, simpáticos, amistosos, generosos, exitosos y valorados… Pero odiamos ser egoístas, celosos, envidiosos, manipuladores, rencorosos, discriminadores... y por eso lo ocultamos… Pero la sombra sigue ahí, esperando el mínimo descuido para dejarnos en vergüenza.

Somos como una moneda que muestra solo una cara… Y oculta la otra. De esa forma siempre hay un lado oscuro para los demás… y lo que es peor… para nosotros mismos, porque nos negamos a aceptar ese espacio sombrío. Es así como la sombra se vuelva nuestra enemiga y vivimos en una constante lucha por derrocarla sin saber que así solo la estamos haciendo más fuerte…

Muchos viven la ilusión de ser personas totalmente buenas y ponen todo su esfuerzo en no salirse de ese molde y jamás se enojan (al menos en público), siempre están dispuestos para lo que se les solicite y les encanta que los demás recalquen lo buenas que ellas son. Otros viven la fantasía de ser malvados (a veces porque sus padres o sus profesores se han esforzado en hacérselos creer) y también ponen su máximo esfuerzo en mantener ese papel de villanos o descarriados…  Pero no existen las personas totalmente buenas ni completamente malas. Somos dueños de mucha luz, pero también de oscuridad. Todo en la vida tiene dos polaridades: Bien y mal, luz y oscuridad, día y noche, yin y yang, calor y frío, etc. Integrar estas polaridades es siempre una tarea pendiente en nuestras vidas.

De nada sirve leer libros, hacer muchos cursos, meditar o volvernos  vegetarianos si no aprendemos a aceptar nuestra sombra y a amarnos en lo que somos. Ese el primer paso hacia la evolución de la conciencia. Si no somos capaces de abrazar a la sombra tampoco estaremos aptos para conocer y abrazar nuestra luz… por eso hoy atrévete a dar el primer paso y reconocer tu lado B... así muy pronto estarás en disposición de abrazar esa parte tuya y aprender a amarte como un ser humano integral.

Me® 

sábado, 21 de marzo de 2009

Otoño desde el alma



Ya se percibe en el ambiente los cambio de temperatura… el sol se está alejando de la tierra y la naturaleza se prepara para hacer su reposo, desacelerando el vertiginoso ritmo del verano y así… poco a poco los días se van acortando y el calor abrasante se aleja, cediéndole el paso a la frescura de las brisas otoñales, las mismas que ayudarán a desprenderse una a una las hojas de los árboles…

La clave para vivir esta etapa es el desapego… Soltar… soltar… dejar ir todo aquello que ya cumplió su ciclo en nuestras vidas y liberar hacia el Universo… liberarnos…

Otoño es mi maestro y me enseña que todo en la vida es impermanente, perecedero… nada permanece inmóvil y yo soy un ser más de la creación que no puedo mantenerme ajeno a los ritmos naturales… También vivo mi otoño desde el Alma y me desprendo de aquello que ya no sirve… puede ser una amistad que se ha tornado nociva, una relación ya desgastada, un trabajo que no me satisface un lugar que no me hace feliz… Algunas ideas añejas, viejos paradigmas que ya no me sirven… Algunos recuerdos tristes… alguna esperanza albergada en lo profundo del corazón… Todo, todo se puede ir soltando porque, así como los árboles muestran su desnudez con fortaleza y humildad, así nos enseñan a nosotros a ser capaces de ir más allá de las apariencias y atrevernos a quedar desnudos ante la vida para recibir las caricia del viento… quizás sentir, pena… llorar… Sacar nuestro dolor afuera… pero al mismo tiempo fortalecer nuestras almas y nutrirnos de nuevas experiencias…  
La naturaleza es perfecta y sabia… por eso nos da la oportunidad de liberarnos de todo lo viejo, lo que ya cumplió un ciclo en nuestras vidas  para dejar ese vacío que podremos llenarlo cargarnos con nuevas energías… permitirnos ser seres humanos más fuertes, y así poder renacer en primavera…

Me atrevo a vivir mi otoño desde el alma y suelto… dejo partir esas hojitas que me cubrieron durante algún tiempo, las abrazo y les doy las gracias por el tiempo que me acompañaron y las dejo seguir su camino natural… no me aferro a nada… Simplemente vivo, camino, crezco…

Disfruto de caminar por las veredas repletas de hojas amarillas, ocres, marrones, vino y chocolate y de llegar temprano al hogar para disfrutar de delicioso tazón de cacao muy caliente antes de ir a dormir…

Suelto… me desprendo… pongo orden en mi nevera, en mi despensa y en mi closet y suelto todo lo que debe partir…
Y soy feliz…

Feliz otoño a todos mis queridos amigos…

Me® 

 Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Año nuevo Astrológico


Como decía uno de mis profes de astro “todo comienza en Aries” y hoy comenzamos el año astrológico, justo cuando el sol se sitúa en el 0º de Aries, iniciando así su acostumbrado ciclo anual de dar la vuelta por la banda zodiacal y hospedarse durante todo un mes en cada uno los 12 signos del zodiaco.
Para muchos la astrología sigue siendo cosa de supercherías y es asociada a charlatanes y negociantes –y de eso hay mucho también– pero para quienes la toman en serio la astrología es una ciencia milenaria, más antigua aún que la astronomía y es un estudio de sabios.
Y así como todo comienza en Aries, un día el Universo se formó con una gran explosión que liberó tanta energía amorfa que se expandió hacia el infinito. Fue un impulso nacido de la creatividad, una bola de fuego estallando en el cosmos, esparciendo luz y contagiando de entusiasmo y vitalidad a su paso… eso es la energía ariana: Un inicio que brota desde la profundidad del espíritu.
Aries corresponde al elemento fuego, la inspiración nacida del espíritu e invita a las 11 signos restantes a seguirle en esta ruta de explorar todas las energías del universo. Es el impulso primario. Es el niño naciendo a la vida y descubriendo las infinitas posibilidades  que le ofrece este planeta por indagar…  Es el entusiasmo de quien inicia una aventura. Es la inocencia del recién nacido abriendo los ojos ante la vida… sin prejuicios, sin restricciones. Es la acción… ir hacia delante, con bastante prisa porque hay todo un mundo para ver, tocar y disfrutar.
Las energía con que iniciamos el año astrológico es de emoción y pasión puestas al servicio de nuestro mayor crecimiento, de inocencia ante la aventura que se presenta ante nuestros ojos: 12 meses experimentando las infinitas posibilidades que nos ofrece este planeta, las que nos permitirán un mayor desarrollo en todas las áreas.
En este periodo ariano (21 de marzo al 20 de abril) necesitamos probar la experiencia del ego. Ser conscientes de que estamos invitados en este planeta a vivir la experiencia llamada vida es el primer paso del despertar. Y Aries representa en despertador en nuestras vidas, ese impulso, esa energía que invita a la creación, a descubrir y a osar: Para algo me han puesto en este mundo, reflexiona Aries y no hay nada ni nadie que lo detenga en su proceso de “catar” la vida…
Despertar es un nuevo nacimiento. Dice Kalhil Gibran que experimentó un segundo nacimiento cuando tomó conciencia de porque está aquí. Y no recuerdo quien dice que: Todo ser humano tiene dos nacimientos, cuando nace del vientre de su madre y cuando descubre la razón de ese nacimiento. Y este es el momento propicio para tomar conciencia y empezar a descubrir para que has venido a poblar este planeta. Debe ser para un gran propósito porque te has  puesto a pensar en ello. Si no fuera así estarías muy ocupado en tu hacer mecánico y no te preocuparías del propósito de la existencia.
Tarea de este periodo es descubrir y conectar al niño interior, ese que llevamos  dentro y que le impedimos manifestarse para no “quedar mal”. Al carnero no puede importarle menos la visión que tengan los demás de él y se lanza a vivenciar cualquier proyecto que tenga en mente… y sí, en mente, porque la cabeza es la parte del cuerpo regida por Aries y por eso en este periodo ariano es bueno reflexionar acerca del propósito de la existencia.
 Todos podemos ser en algunos momentos infantes curiosos y deseosos de crecer y descubrir, y sobre todo experimentar todo lo que este recorrido llamado vida tiene para nosotros. No nos perdamos disfrutar del viaje solo por estar pensando en otras cosas.
A vivir el HOY invita Aries y a atrevernos…
¿Te atreves a empezar a vivir de verdad?

Feliz Año Nuevo Astrológico!
Me® 


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