Hace bien pocos años,
tomando en cuenta la edad de esta civilización, que las personas de piel oscura eran
considerados una raza inferior y se vendían en mercados y
plazas públicas para hacer los trabajos más pesados. Se les negaba la dignidad
y comían desechos, igual que animales y
eran atados para que no se escaparan de “sus amos” porque se les consideraba
esclavos… Hasta que se les concedió la categoría de humanos y ahora les
llamamos hermanos y hasta han llegado a gobernar el país que lidera este
sistema… Y hace menos años todavía, todo el mundo era cómplice del holocausto
judío, sin decir nada… Porque si los gobiernos, religiones y altas esferas
permiten que algo pase, la masa uniforme se amolda y no se cuestiona… No
piensa…
Sin duda recordamos esto y
se nos eriza la piel pensando ¿Cómo fue que permitieron que ocurrieran estos
hechos? Existen museos del Holocausto y
de la esclavitud para que civilizaciones posteriores no olviden la capacidad de
indiferencia y crueldad que tenemos los humanos… y los nietos de las
generaciones que vivieron eso no pueden comprender como sus abuelos no se
movilizaron, no salieron a la calle, no protestaron por esa crueldad cometida
con otros seres humanos… Cuesta comprenderlo ¿Verdad?
Y bueno… los nietos de la
generación actual, algún día se preguntarán como sus padres y abuelos fueron
capaces de matar a un novillo, ensartarlo en un palo y ponerlo en el asador
para festejar con los amigos… O como celebraban Navidades con un gran pavo
sobre la mesa… Habrá museos para no olvidar que la dieta alimentaria de este
tiempo era basada mayormente en carnes, aves y pescados… y algunos recordarán
con horror como entraban a las carnicerías con ese olor a sangre y a cadáver
para comprar la comida de sus hijos…
Antiguamente se hablaba de
la fiereza de los animales para justificar el “deporte” de cacería y circulaban
historias de pumas, leones, osos y hasta elefantes que atacaban aldeas
devorando a cuanto ser humano se cruzara ante ellos… y puede ser verdad… pero
ya sabemos que un animal solo se defiende, nunca ataca por dañar a otros y
quizás les arrebataron a sus crías, robaron a sus hermanos o esposos o esposas
y por eso atacaron de esa forma... y cómo no…
Afortunadamente la conciencia
planetaria aumenta día a día y podemos ver como los niños pequeños de pocos
años se niegan a comer carne de “sus hermanos animales” y se transforman en
maestros de sus propios padres haciéndoles descubrir la nobleza de nuestros hermanos de reino –porque todos pertenecemos al reino animal, no lo olvidemos– y
demostrando que podemos tener calidad de vida sin ingerir proteínas animales.
En estos tiempos de
comunicaciones globalizadas, las redes sociales contribuyen enormemente a
generar conciencia y en este tema del maltrato animal hacen una labor extraordinaria…
Todos los días podemos conocer a través de videos la maravillosa alma de todas
las especies que nos rodean… y ya muchos estamos dudando que seamos superiores
a ellos.
Entonces, ¿Vas a esperar
que legislen un castigo para todo aquel que atente contra la vida de un animal
para tomar una decisión desde el miedo (para no ser castigado)? O vas a decidir
desde el AMOR y desde hoy empezarás a mirar a esos bellos hermanitos de reino
(no digo menores porque no estoy convencida que sean menores que nosotros) como
tus iguales?
¿Existe todavía alguna
excusa para seguir siendo cómplices de esta barbarie?
No te pido que cruces
hacia mi vereda solo porque cada día somos más quienes rechazamos el maltrato
animal. Te pido CONCIENCIA… que reflexiones, que mires a estos compañeros de
aventuras como eso: Compañeros de reino y no como inferiores… y si quieres
seguir mirándolo como comida será tu decisión… pero te pido que sea una decisión
consciente: Que examines a la Luz de tu conciencia el deseo de comerte a estos
bellos seres indefensos…
Podría poner fotos de la
forma en que la industria de carne selecciona, hace crecer y luego asesina a
estos seres para que terminen en tu plato… pero soy ajena al morbo… prefiero
poner fotos mostrando la ternura y pureza de alma de estos seres maravillosos,
que nos acompañan para embellecer nuestras vidas y cuya misión –A NO OLVIDARLO–
es hacer que conectes con tu corazón, con tu alma… y puedas desconectarte unos
segundos al día de tu ego… Prueba a mirar unos minutos al día a los ojos a tu
perro, gato, oveja, cabra, gallina, loro, cata, ninfa o canario para darte
cuenta como tu energía cambia… estás conectando…
En Amor a la vida, Amor
por los animales y Conciencia
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