El poeta Kabir decía:
"En tu cuerpo está el jardín florido. Siéntate en los mil pétalos del loto y aspira desde allí la belleza infinita"
y
tal vez tenga razón: el olfato parece ser el sentido que más nos
conecta con nuestra intimidad, con los silencios enriquecedores del
alma.
El Dr. Edward Bach (Flores de Bach) comenzó sus
investigaciones y el posterior descubrimiento de sus elixires entre los
años 1930 y 1936. Así como otros tantos hoy en la actualidad, afirmaba
que la esencia del mal o enfermedad se encontraba en el alma de la
persona y no en su cuerpo. Esta falta de armonía entre el elemento
espiritual y el cuerpo es el origen de actitudes conflictivas que casi
siempre determinan una reducción de la capacidad energética del
individuo, permitiendo así la aparición de la enfermedad.
Posteriormente a las investigaciones del Dr. Bach y
sus primeros elixires florales, han sido descubiertas numerosas
esencias de diferente procedencia, aunque casi todas de origen vegetal.
Estos son algunos de los Aceites esenciales
utilizados en Aromaterapia y su acción dentro del campo psicológico y
energético de la persona. La utilización de estos aceites debe hacerse
bajo control de un terapeuta especializado. Advertencia: nunca se deben ingerir o aplicar sobre la piel aceites esenciales en su estado puro.
Árbol de té
Fatiga, agotamiento mental y
fisico. Falta de emotividad, de creatividad y de fuerza. Para personas
que suelen perder con facilidad su energía vital; que han bloqueado sus
emociones y
se sienten sucias y/o indefensas.
Geranio
Pasividad, indecisión, pérdida de la fuerza de
voluntad, estancamiento. Para las personas que les cuesta plasmar sus
ideas, se bloquean y les falta fuerza para cambiar la situación. Su
mente se mantiene en constante actividad, mientras ellas permanecen
pasivas y estáticas. Les aporta entusiasmo, concreción, equilibrio,
desarrollo de la creatividad. Integra la voluntad y el pensamiento.
Mirra
Aislamiento, soledad, incomunicación, orgullo
espiritual, resentimiento. Indicada para personas que se retraen por
miedo a ser heridas, que temen la intimidad emocional. Pueden ser
personas que han escogido un camino de crecimiento que les haga
sentirse por encima de los demás, pero que no aplican su sabiduría a su
vida física; no se entregan.
La mirra ayuda a restañar las heridas y borrar las
cicatrices emocionales, aportando claridad de visión interna,
permitiendo la conexión espíritu-mente-cuerpo; insufla el valor
necesario para enfrentarse a sus propios miedos y motivaciones para
vivir plenamente.
Canela
Frialdad, apatía, fantasías no
vividas, inhibición o desinterés sexual. áštil en personas que parecen
no interesarse por nada. Viven en su propio mundo de fantasías. Carecen
de la capacidad de transformar sus propios sueños en realidad, por
haber bloqueado sus sentimientos, emociones y creatividad. Parecen
tener los pies firmemente sobre la tierra, pero no concretan ni
materializan sus ideas. Separación entre mente y cuerpo. Viven tristes
en el pasado.
La canela aporta el equilibrio de la fuerza y la
voluntad para materializar las fantasías, facilita y desbloquea la
expresión de los sentimientos y emociones más profundos, libera de la
apatía y proporciona la calidez necesaria para asumir los compromisos
con uno mismo y con los demás. Recupera la alegría y las ganas de vivir
el futuro.
Lavanda
Agitación, ansiedad, impaciencia, inquietud, desasosiego, angustia, cansancio, abatimiento.
Indicado
en personas que están desarmonizadas. Para los que están
desequilibrados afectivamente, inquietos, irritables, estresados y
alarmados.
La Lavanda armoniza y equilibra las emociones, ayuda a las prácticas espirituales, aporta paz, armonía, calma, serenidad.
Romero
Olvido, desarraigo, aislamiento,
desagradecimiento. Para personas a las que les cuesta mucho
concentrarse. Para los que no quieren aprender. Son personas hurañas,
esquivas, desatentas. En general se produce una desconexión entre el
sistema de transmisión de la mente y el cuerpo.
Este equilibra las funciones de transmisión interna
y ayuda a vivir positivamente en plena comunicación con uno mismo y con
los demás. Cambia los marcos de referencia interna.
Ciprés
Frustración, pérdida de voluntad, deseo de muerte,
pérdida de los objetivos en la vida, abatimiento, sedentarismo,
insatisfacción, fastidio, mal humor, irritabilidad, vejez prematura.
Indicado en personas que se sienten viejas, suelen aparentar muchos más
años de los que tienen, a quienes los problemas superan en su capacidad
de resolución. Pérdida de creatividad y fuerza vital.
Este les
aporta resistencia, fuerza de voluntad, capacidad creativa, deseos de
vivir, vigor, la capacidad de regenerar la fuerza psíquica y física.
Manzanilla
Ansiedad, desequilibrio emocional,
hipersensibilidad, angustia con opresión en el pecho. Cambios
emocionales bruscos. Personas que suelen cambiar de estado de ánimo
fácil y rápidamente. Tendentes a las tensiones físicas y trastornos
psíquicos.
El estrés forma parte de ellas. Duermen mal, sufren pesadillas y a veces sonambulismo. Se conmueven fácilmente.
La
manzanilla equilibra, estabiliza y armoniza, cuerpo, mente y emociones.
Permite descargar las tensiones y aporta calma, paz interior, amplitud
de conciencia, poder de razonamiento, juicio interno.
Tomillo
Depresión endógena, ansiedad, tristeza,
hipocondria. Carencia de fortaleza física y espiritual para salir de
las crisis. Para personas que nunca paran y llegan al agotamiento
extremo. No reconocen sus límites y no hacen nada para invertir la
situación hasta haber agotado todas sus defensas, psico-físicas.
Les da coraje y fuerza para tomar conciencia de sus propias limitaciones y capacidad. Regula el flujo energético.
Fuente: la red
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