No le pidas a Dios que te conceda una
brillante carrera profesional, sino más bien que te enseñe el brillo que
hay dentro de ti. El reconocimiento de nuestro brillo es lo que lo
libera y nos permite expresarlo. Hasta que no hemos experimentado una
conmoción interior, no se producen efectos externos estables e
importantes. Una vez que la experimentamos, los efectos externos
inevitablemente se hacen ... notar. Todos podemos experimentar una
conmoción interior; más aún, estamos codificados para vivirla. Es
nuestro potencial de grandeza. Nuestros logros no provienen de lo que
hacemos, sino de quiénes somos. Nuestro poder terrenal es el resultado
de nuestro poder personal. Nuestra carrera profesional es una extensión
de nuestra personalidad.
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