Ya se percibe en el ambiente los cambio de
temperatura… el sol se está alejando de la tierra y la naturaleza se prepara
para hacer su reposo, desacelerando el vertiginoso ritmo del verano y así… poco
a poco los días se van acortando y el calor abrasante se aleja, cediéndole el
paso a la frescura de las brisas otoñales, las mismas que ayudarán a
desprenderse una a una las hojas de los árboles…
La clave para vivir esta etapa es el desapego…
Soltar… soltar… dejar ir todo aquello que ya cumplió su ciclo en nuestras vidas
y liberar hacia el Universo… liberarnos…
Otoño es mi maestro y me enseña que todo en
la vida es impermanente, perecedero… nada permanece inmóvil y yo soy un ser más
de la creación que no puedo mantenerme ajeno a los ritmos naturales… También
vivo mi otoño desde el Alma y me desprendo de aquello que ya no sirve… puede
ser una amistad que se ha tornado nociva, una relación ya desgastada, un
trabajo que no me satisface un lugar que no me hace feliz… Algunas ideas
añejas, viejos paradigmas que ya no me sirven… Algunos recuerdos tristes…
alguna esperanza albergada en lo profundo del corazón… Todo, todo se puede ir
soltando porque, así como los árboles muestran su desnudez con fortaleza y humildad,
así nos enseñan a nosotros a ser capaces de ir más allá de las apariencias y
atrevernos a quedar desnudos ante la vida para recibir las caricia del viento…
quizás sentir, pena… llorar… Sacar nuestro dolor afuera… pero al mismo tiempo
fortalecer nuestras almas y nutrirnos de nuevas experiencias…
La naturaleza es perfecta y sabia… por eso
nos da la oportunidad de liberarnos de todo lo viejo, lo que ya cumplió un
ciclo en nuestras vidas para dejar ese
vacío que podremos llenarlo cargarnos con nuevas energías… permitirnos ser
seres humanos más fuertes, y así poder renacer en primavera…
Me atrevo a vivir mi otoño desde el alma y
suelto… dejo partir esas hojitas que me cubrieron durante algún tiempo, las
abrazo y les doy las gracias por el tiempo que me acompañaron y las dejo seguir
su camino natural… no me aferro a nada… Simplemente vivo, camino, crezco…
Disfruto de caminar por las veredas repletas
de hojas amarillas, ocres, marrones, vino y chocolate y de llegar temprano al
hogar para disfrutar de delicioso tazón de cacao muy caliente antes de ir a dormir…
Suelto… me desprendo… pongo orden en mi
nevera, en mi despensa y en mi closet y suelto todo lo que debe partir…
Y soy feliz…
Feliz otoño a todos mis queridos amigos…
Me®
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2 comentarios:
Me encantó tu texto Mer, y es así como viviré este otoño. Soltando, soltando y desapegándome.
Lo necesito.
Siempre inspiradoras tus notas.
Gracias por tanta luz.
Todo lo que entregas es maravilloso.
Gracias por escribir y por compartirlo. Tu texto me llegó en el momento justo y estoy emocionada.
Muchas gracias.
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