Cuando sale el sol por la mañana, las formas, los
colores, todo comienza progresivamente a aparecer con claridad.
Lo que el sol es así para la naturaleza y el mundo
físico, lo es la luz divina para la conciencia del hombre. La lucidez, el
pensamiento justo sólo los obtendrá si se esfuerza en aproximarse a esta luz.
Desde el instante en que la luz penetra en su
consciencia, todo se ilumina, y comienza a percibir la verdadera realidad de
las cosas.
Así pues, pensad en la luz, rodearos de luz, introducir
la luz en vosotros. Porque la luz también es la protección más poderosa.
Así como el fuego por la noche ahuyenta a las fieras,
igualmente el rayo de luz que proyectáis con el pensamiento rechaza las
presencias y las corrientes oscuras que amenazan vuestra paz interior.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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