El cielo se ha puesto
tenso. La Luna Nueva del 26 de febrero coincidirá con un eclipse solar en Piscis…
acontecimiento muy esperado y temido…
Roban protagonismo a
nuestras luminarias, quizás los antagonistas de esta serie a la que podríamos
llamar “Forjadores del Gran Cambio”, los mismos héroes o villanos de la Gran Cruz Cardinal de abril del 2014, que actúan ahora como los maestros de
ceremonia de este gran evento: Marte, Urano, Júpiter y Plutón. Los dos primeros
subidos en un encendido escenario ariano y los dos últimos en conferencia
online desde tierras caprinas y aires librianos… Juntos forman una T
cuadrada que viene terminar la tarea
iniciada hace unos años…
Marte el osado guerrero,
enérgico, brutal, competitivo, irrefrenable, iracundo, cruel, el 22 de febrero
se pondrá en cuadratura con Plutón: amo y señor del inframundo, misterioso, secreto,
poderoso, intenso, controlador, transformador, y algunos dicen que también
sádico… El 26 de febrero conjunciona con Urano el embajador de la modernidad,
originalísimo, impredecible, individualista, revolucionario, rupturista, excéntrico…
y el 27 de febrero le hará oposición a Júpiter, caballero sabio y bonachón, aventurero, disfrutador, confiado, afortunado, exitoso, filósofo…
Mientras, Sol y Luna
tienen su cita mensual en el 8º de aguas Piscianas. Traen como celestinos a
Mercurio, Neptuno y Kirón… Juntos han empezado ya a remover las mareas internas
de cada uno de nosotros desde donde emergerá lo nuevo…
Con el cielo movilizado de
esta manera, lo único que podemos esperar es lo inesperado… porque esa es la
principal lección de estos tiempos tan revueltos y tan aleccionadores: Vivir en
el presente. Disfrutar del aquí y ahora… y no esperar… Vivir sin expectativas…
El Cielo nos avisaba desde
hace mucho: Vienen sorpresas… para lo que nunca podemos prepararnos…
Las estrellas comentan que
se viene una transformación tremenda. Hemos visto caer el viejo paradigma que
yace en el suelo hecho trizas y ha generado el espacio para construir uno nuevo…
Todo lo que hemos vivido desde hace 6 ó 7 años ha sido para abrir la
percepción, para ampliar la conciencia y llegar a la comprensión de somos
nosotros quienes creamos realidad. Todo el inconformismo, la tensión y angustia
que nos ha tocado vivir últimamente son frutos de la agonía del viejo
inconsciente colectivo… Ahora, desde las profundidades de la marea pisciana
emergen los nuevos arquetipos con una cosmovisión más ampliada, basada en lo
verdadero, lo que nace del alma…
Los amantes de las “formas”
no salen aún de su perplejidad, porque no conciben una vida con “fondo” y sin
esos ritos tan llenos de falsedad y carentes de alma…
Le decimos adiós a nuestra
zona de confort… un proceso que comenzó a activarse cuando Urano llegó con sus
maletas a Aries y se fortalece ahora que Marte, el dueño de casa, ingresó en
Aries. Se despiertan en nosotros la iniciativa, el valor, la energía se filtra
hasta el ADN de cada uno para empezar a caminar hacia el cambio, hacia lo
desconocido, hacia lo real… Emergemos como raza, como sociedad, como seres con
un nivel de conciencia superior. Nos trasladamos de una vibración a otra y eso
nunca es sencillo… Hemos pasado años ajustando tonos para poder quedar vibrando
más alto. Esa es la razón de tanto vértigo, jaquecas y mareos…
El pasado eclipse lunar en
Leo fue la gran despedida al viejo paradigma. Todo este tiempo entre eclipses ha sido un poco caminar en tierras de nadie porque aún no avizoramos
lo que viene… Y este eclipse solar marca el inicio de la construcción de lo
nuevo.
La verdad es que aún
estamos en la nebulosa, no vemos claro lo que haremos pero nos dejamos llevar
por la intuición, porque sabemos que es la voz del corazón… No hacemos planes.
Nada de diseños ni bocetos porque la confianza se ha vuelto nuestra aliada…
La Luna eclipsará al Sol
por algunas horas: Las emociones opacarán a la razón… Lo femenino se antepondrá
a lo masculino… el sentir le ganará al pensar… Lo espontáneo estará por sobre
lo forzado… el Amor brillará ensombreciendo a la Voluntad… Quizás
sea plasmar la energía de lo que vendrá…
Aprendemos –sí, a duras
penas– a habitar en el eterno presente que es la única realidad que nos
pertenece y aquí estamos. Viviendo esta incertidumbre, este tiempo revolucionado
que nos necesita respirando… muy conscientes…
Son días de intensa
actividad planetaria. Se aconseja relajarnos… Sintonizar con este cielo que trabaja
para nuestra evolución y nos enseña como es vibrar más alto…
No son tiempos malos ni
buenos, mejores ni peores… Son tiempos
de cambios... fuertes, veloces, intensos… vívidos…
En el próximo post
conversaremos acerca de cómo vivir estas horas que son cruciales para el
desarrollo interno de cada uno.
En Aceptación, Gratitud,
Amor y Conciencia…
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