martes, 15 de enero de 2008

¿Por qué Sanando el Alma?



Muchos me han preguntado la razón de bautizar este blog así… y lo primero que respondo es que “así se dio” porque de verdad planeaba hacer algo más “astrológico” e intenté con algunos nombre como Sanando con los Astros, o Sánate con la Astrología… pero de pronto me vino a la mente Sanando el Alma y sentí que era ese y no otro… y como siempre, seguí mi intuición…

Hay quienes dicen que el alma no tiene nada que sanar, que es inmune a toda enfermedad… pero creo que se confunden con el espíritu… Es el Espíritu el intocable. Nada puede dañarlo, nada puede ofenderlo. Es la esencia y permanece intacta. En cambio el alma almacena en si misma toda nuestra historia terrenal y las heridas

Si te pregunto a ti ¿Cuánto tiempo puedes estar sin bañarte, asearte y cambiarte ropa? No me responderías que años… entonces por qué vas cargando con culpas, resentimiento, odio, deseos de venganza y amarguras por años?... eso es porque no te has preocupado de asear o sanar tu alma… Porque lo que nos enferma es esa rabia contenida por las veces que presenciaste actos de injusticia, de maltrato hacia ti u otros, abusos de todo tipo, y lo callaste…

Y así como vamos cargando con esa capa de suciedad en el alma como rabias, angustias, enojos, rencores… odios… Sí, han llegado a mi consulta muchas personas llenas de odio preguntándome si conozco a alguien que sepa de magia oscura para poder matar a alguien… En realidad creo que más personas de las que lo confiesan sienten ese sentimiento tan ruin llamado odio, pero es algo que se sabe tan duro que muchos son incapaces de confesarlo.

Y bueno, la sociedad y el amor propio exigen que vayamos por la vida bien aseados, con ropa limpia y oliendo a perfume… pero quién nos pide que viajemos por la vida con el alma sana? Socialmente se rinde culto a la apariencia y se gasta buen dinero en maquillaje, peluquería, masajes, spa, gimnasios sin dar mayor importancia a como estés por dentro… pero a mi si me importa como tienes tu alma y por eso en este blog aprenderás como entrar en ti mismo, como sumergirte en las profundidades de tu alma, bucear en ella y descubrir eso que duele, eso que pica y ver toda esa suciedad acumulada al reprimir tus emociones… quizás te encuentres con algún tumor maligno que carcome tu belleza interior y tu paz… no te preocupes, lo extirparemos con mucho amor y otro poco de conciencia.

Si me preguntas, te diré que no es fácil sanar el alma… No es cosa de comprar una pastillita o repetir algún conjuro mágico… es lo que llamamos trabajo interior y que empieza hoy y no sabemos cuando termina.
Para quien tiene su alma herida, dolorosa, enferma lo primero que debemos hacer es auscultar esa alma, revisar donde está esa herida, que la causo y ver como se sana…

¿Quién te sanará? Pues tú mismo… así como te has herido, puedes limpiar la herida con dulzura, ponerle ungüentos de voluntad, vendas de paciencia y beber tizanas de mucho amor, edulcorado con toneladas de autoestima… No hay recetas, eres tu propio sanador y solo te guiaré para que puedas curar eso que te está doliendo… pero para sanar debes primero tomar un curso intensivo de amor propio… y vamos a empezar hoy mismo convenciéndote de que eres un ser valioso, que has venido a la Tierra con una misión que cumplir y que si te quedas pegado/a en tus viejas heridas, no podrás llevar a cabo… Entonces empieza a aceptarte, a valorarte, a amarte en todo lo que eres y cuando estés convencido/a de que eres una divinidad en un cuerpo estarás ya Sanando el Alma…

Gracias por leerme y caminar junto a mi…

Mer

jueves, 10 de enero de 2008

Animarse a Volar



...Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:
-Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.
-Pero yo no sé volar – contestó el hijo.
-Ven – dijo el padre.

Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña.
-Ves hijo, este es el vacío. Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo, y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás...
El hijo dudó.
-¿Y si me caigo?
-Aunque te caigas no morirás, sólo algunos machucones que harán más fuerte para el siguiente intento –contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros con los que había caminado toda su vida.
Los más pequeños de mente dijeron:
-¿Estás loco?
-¿Para qué?
-Tu padre está delirando...
-¿Qué vas a buscar volando?
-¿Por qué no te dejas de pavadas?
-Y además, ¿quién necesita?

Los más lúcidos también sentían miedo:
-¿Será cierto?
-¿No será peligroso?
-¿Por qué no empiezas despacio?
-En todo casa, prueba tirarte desde una escalera.
-...O desde la copa de un árbol, pero... ¿desde la cima?

El joven escuchó el consejo de quienes lo querían.
Subió a la copa de un árbol y con coraje saltó...
Desplegó sus alas.
Las agitó en el aire con todas sus fuerzas... pero igual... se precipitó a tierra.

.. Con un gran chichón en la frente se cruzó con su padre:
-¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, y ¡mira el golpe que me di!. No soy como tú. Mis alas son de adorno... – lloriqueó.
-Hijo mío – dijo el padre – Para volar hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen.
Es como tirarse en un paracaídas... necesitas cierta altura antes de saltar.

Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo.
Si uno quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando como siempre.

Jorge Bucay

¿A qué tienes miedo?
¿Qué te impide lograr tus sueños?
El principal obstáculo para alcanzar un sueño es el miedo… pero tú puedes vencerlo. Los valientes no son aquellos que jamás temieron sino los que lograron vencer todos sus temores…

Anímate a volar!!!


Mer


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