martes, 30 de noviembre de 2010

नमस्ते NAMASTE नमस्ते


El gesto del Namaste es esencialmente indio y, en consecuencia, muy antiguo.

Es parte integral de la cultura india; su esencia se encierra en la unión de ambas palmas de las manos, hacia arriba y frente al pecho, a modo de saludo.

Se utiliza siempre, en cualquier ocasión, y es la quintaesencia India.

En este simple gesto radica la intemporalidad de la India, la madre de todas las culturas.

Sí hubiera que buscar un gesto representativo del país, sería sin duda alguna el sencillo, humilde y simbólico Namaste. Es también una de nuestras exportaciones más extendida en todo el mundo.

El Namaste representa la creencia de que cada uno de nosotros tiene una chispa divina en su interior localizada en el chakra del corazón. El gesto es el reconocimiento de una alma a otra. Literalmente, Nama significa «reverencia», as significa «yo», y te significa «tú».

Por consiguiente, Namaste significa «respétame» o «te respeto».

Para realizar el Namaste se colocan las manos frente al chakra del corazón, se cierran los ojos y se inclina la cabeza. Puede hacerse también colocando las manos frente al tercer ojo, inclinando la cabeza y llevando después las manos al corazón. Se trata de una profunda demostración de respeto.

El Namaste permite al maestro y al alumno unirse energéticamente en un lugar intemporal, libres de las ataduras del ego. En clase de yoga, el Namaste debe realizarse preferentemente al inicio y al final de la misma. Pero el Namaste no necesita una ocasión determinada. Se puede hacer en cualquier lugar, en cualquier momento, sin ningún ritual ni condición previa. Es un saludo instintivo e incondicional a la creación.  

Desconozco el autor

Me® 

El secreto para ser féliz...

El secreto para ser feliz consiste en estar siempre conectados... Conectados con el ahora, con la naturaleza, el reino vegetal y animal, con los astros, con el cielo, con los Angeles, con el Creador...
Sentirse parte de este Universo y respirar las partículas de este polvo de estrellas es primordial para descubrir nuestra esencia divina...

Ayer estuve muy conectada con el espíritu de las aguas y las ondinas lavaron una gran parte de mi estrés... Fué un delicioso día de playa...



 Los regalos vienen cuando uno menos lo imagina y este me llegó envuelto en una invitación para pasar unos dias en casa de mi amiga Mary...

Playa... Cielo... Sol... Arena y Mar... No se necesita nada más para ser feliz...

...Y eso quería compartirles hoy... Mi secreto para ser féliz...

Me®

lunes, 29 de noviembre de 2010

Crisálida...


Piensa en una mariposa emergiendo del bienestar y la seguridad de su crisálida. Supon que la mariposa detuviera su proceso de salir y dijera: "No, no puedo dejar este lugar. No sé qué puede haber afuera". Su­pon que se detuviera y rehusara salir. ¿Qué pasaría? Fracasaría en su propia evolución, y si permaneciera en su crisálida, simplemente se encogería y moriría.
Eso es lo que sucede contigo. Hijo Mío. Rehusarte a entrar en acción porque tienes temor a lo desconocido, ciertamente detendría tu evolución.
Yo tengo las sorpresas y gozos más maravillosos esperando por ti a medida que avanzas sin temor en esta nueva aventura, en tanto emerges de tu cri­sálida. No hay nada que temer. Sólo lo perfecto resultará de este avance de tu parte, una total y nue­va apertura de muchos misterios y maravillas nun­ca dichos.
Recuerda, Hijo Mío, YO SOY contigo siempre, no importa dónde estás o qué estás haciendo. YO SOY allí, guiándote y protegiéndote.

Eileen Caddy.

Me®

miércoles, 24 de noviembre de 2010

La Piedra de Gratitud




Quienes vieron la película “El Secreto” saben lo que es una piedra de gratitud: Una pequeña roca que nos recuerda que siempre debemos ser agradecidos por todo lo que somos, tenemos, vivenciamos, gozamos y hasta padecemos…

Inspirada en esto, les invito a crear el hábito del agradecimiento y para tener un constante recordatorio de ello nos haremos de una piedra de Gratitud -ahora hay lugares donde las venden- pero yo te recomiendo que seas tu mismo quien encuentre y cree su propia piedra de gratitud. Siempre resulta una grata experiencia y hasta una aventura salir un día de excursión al mar o la montaña con toda la familia para buscar cada uno su piedra con la que dar Gracias. Debe ser una piedra relativamente pequeña, que quepa dentro de tu mano, de contornos suaves y que te agrade ya que desde el momento en que la elijas, tendrás una íntima relación con ella, porque estará siempre muy cercana a ti y la tocarás muchas veces en el día. 
Primero debes lavarla muy bien con agua corriente para quitarle energías negativas que puedan tener y luego programarla durante 7 días tomándola en tu mano y repitiendo: ¡Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias!!! 7 veces seguidas y esto 7 veces cada día… 
Mientras repites las 7 gracias repasarás en tu mente todas las cosas por las que deberías agradecer al Universo… puede ser por la alegría, por la salud, por tu familia, por el amor, por el trabajo, por la amistad, por los alimentos, porque hoy está lloviendo, porque hoy no ha llovido, porque hoy hace calor, porque hace frío, porque estás contento, porque estás triste, porque hoy tienes el tránsito expedito, porque estás metido en un taco… Puedes agradecer por todo lo que te está pasando ya que así puedes llegar a descubrir el porque te toca vivir esa experiencia.

Agradecer es valorar todo lo que llega hasta ti y cuando das las gracias por un regalo que recibes, la gente siente gusto y seguirá haciéndote regalos. Por el contrario, si pasas la vida quejándote por todo, nadie querrá darte nada… Así funciona el Universo: Cuando percibe que la gente agradece y es feliz con lo que le envía, sigue regalando más y más cosas, en cambio con los quejosos detiene su flujo de regalos porque no es su intención hacer infelices a los demás…

Una vez tengas tu piedra lista puedes llevarla siempre contigo, ya sea en tu cartera o en tu bolsillo y empuñarla en tu mano todas las veces que quieras durante el día para agradecer por algo que te sucede en ese momento o por algo que recuerdas que merece ser agradecido… Descubrirás que tienes muchas cosas más que agradecer que cosas por las que quejarte.
Por la noche ponla en tu mesita de noche para que sea lo primero que veas cada mañana y empieces tu día agradeciendo.

Puedes compartir tu gratitud siendo generoso y regalando una o dos piedras a tus amigos, invitándolos a practicar el agradecimiento. Puedes programar tu mismo la piedra o bien enseñar a los demás a programarla y así podríamos formar una cadena de gratitud para hacer de este mundo un lugar mucho más agradable.

¿Te imaginas que en vez de escuchar quejas en el ascensor, en la cola del banco, en el taxi o en la portera de tu edificio escucharas solo agradecimientos?  Sería maravilloso ¿Verdad? Los invito a empezar esta cadena de gratitud…



Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud.

Me® 

 Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Tu camino...



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“No trates de cambiar tu deber por el de otro,
ni descuides tu trabajo por hacer el de otro.
No importa lo noble que éste pueda ser.
Estás aquí para descubrir tu propio camino
y entregarte a él en cuerpo y alma.”
Dhammapada 12:10
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Me®

Gracias Snatam Kaur! ♪ ♫ ♥

Idola!  
Idola por siempre Snatam nos deja un dulce recuerdo de su paso por Santiago...
Muchos cantan con su voz y otros aprenden a cantar con el estómago, pero esta mujer nos mostró lo que es cantar con el alma... Su voz diáfana y melodiosa nos hizo llegar hasta el cielo mientras la escuchábamos y a la salida de su concierto algunos exclamaron que habián escuchado cantar a un Angel...

¡Gracias Snatam!  Te esperamos de regreso por este país al que hiciste vibrar con el sonido de tu voz y los latidos de tu alma...

♥ ¡Gracias!

martes, 16 de noviembre de 2010

Regresando a casa...



Nacemos desnudos, hermosos, llenos de alegría y en total verdad, pero nuestro aprendizaje terreno nos va cubriendo de gruesas capas como la educación, la tradición familiar, la religión, la cultura, la sociedad, etc. que nos llevan hacia el ensueño y es así como nos vamos alejando de nuestra identidad real… Nos adormecemos y perdemos la conexión con nuestra misión en la tierra.

Muchos maestros de sabiduría han dicho que vivimos en el mundo de las ilusiones ya que somos cautivados por lo que nos rodea y por algún tiempo nos sentimos felices... La vida nos bombardea de placeres sensoriales a creemos que si tenemos esto o aquello seremos felices y nos tranformamos en verdaderos cosistas*, hasta que llega el momento en que "hemos comprado tanta felicidad" que no entendemos por qué nos sentimos tan desdichados… Y es ahí, en medio de esa crisis, que comienza el retorno al hogar y empezamos a quitarnos todas esas capas con las que por años nos fuimos cubriendo… Nos despojamos de todas las creencias erróneas, como de que la felicidad es ser tan delgadas como una barbie, o llevar bolsos de más de mil dólares, o veranear en playas tropicales o beber algún trago exótico, o vivir en un barrio de moda, o tener un coche caro… Y así, lentamente, nos vamos desprendiendo de todo lo que no nos pertenece y muchas veces quitarnos esas gruesas capas que se han adherido tan fuertemente a nosotros nos provoca un gran dolor… Pero seguimos avanzando hasta sentirnos cerca del tan anhelado hogar…

Nuestro viaje comienza desde la mente, con nuevas ideas con las que nos identificamos y que nos hacen más felices y así llegamos hasta el corazón, en donde reside el alma y desde allí el viaje es directo hasta el espíritu… Poco a poco nos vamos reencontrando con lo que realmente somos y la tristeza se aleja… Ya no somos esos bebitos de piel lozana, nuestra piel está más rugosa y nuestro corazón algo cansado… Pero nuestra alma ha renacido porque recobramos esa alegría que tuvimos cuando niños… Estamos felices de haber vuelto a nuestro centro… A nuestro hogar… A nosotros mismos…

Es un largo camino, que puede durar mucho tiempo… Pero vale la pena recorrerlo... 

Me®


*cosista: colecionista de cosas. 

lunes, 15 de noviembre de 2010

Cielo...



Cuando pensamos en el cielo no podemos evitar creer que es el espacio que tenemos sobre nuestras cabezas. Los que somos de tradición judeocristiana hemos creído que ahí habitaba Dios con toda su corte celestial… Me gusta mucho que en el idioma inglés existan dos palabras para describir a cielo: sky  para ese azul infinito que está por encima de nosotros y heaven para la residencia de Dios y los Ángeles.

Aún descubro con sorpresa que hay muchas personas que siguen teniendo esa imagen romanticona de los que es el Cielo y no los culpo ya que siempre nos han enseñado que las cosas importantes de la vida como el amor, Dios, los ángeles, el cielo, están allá afuera…

La verdad es que el cielo existe, pero no como lo concebimos en nuestra experiencia tridimensional… El cielo existe aquí, dentro de nosotros. Es un estado al que todos podemos acceder tan solo deseándolo y peleando contra nuestras miserias cada día.
Cielo significa felicidad y no es un lugar físico sino un estado al que debemos llegar. Alcanzar el cielo es trabajar bastante duro en ir quitándonos todas esas capas con que nos cubrimos para ocultar nuestra esencia y volver a ser tan puros como los niños y así acceder a esa promesa que nos dice que: “Para entrar al cielo tienes que ser un niño”. Solo seremos capaces de ver el cielo con los ojos de un niño, con esa mirada inocente que es capaz de sorprenderse todos los días…

Como cuenta la leyenda que habitábamos en el paraíso hasta que fuimos tentados por aquella serpiente que nos convenció de que había que buscar las cosas valiosas allá afuera y nos fuimos alejando de nuestro ser… perdimos la conexión con nuestra divinidad que era la que nos mantenía en ese estado de plenitud que todos añoramos… perdimos el Cielo y ahora debemos recuperarlo y en eso consiste nuestra lucha diaria… 

El Cielo es un estado de conciencia. Es quizás lo más alto que podemos alcanzar desde nuestra visión tridimensional y lo podemos encontrar a ratos: vivir pequeños momentos de plenitud, o quedarnos a vivir allí para siempre.

El cielo no se toma por asalto. No está a la venta y tampoco está parcelado para que se adquiera a cambio de indulgencias de ninguna cabeza de religión. El Cielo se gana. Al cielo llegamos como a la cima de una montaña luego de andar por caminos escabrosos, escalar por ásperas rocas y haber lidiado con dificultades respiratorias, de presión y de altura, alcanzamos la tan soñada cima y plantamos la bandera… Es nuestra mayor conquista.

No esperes a morir para arribar al cielo porque puedes vivirlo acá en la tierra… claro que no es gratis. Derramarás unas cuantas lágrimas mientras te vas desapegando de todo lo que te ata a la Tierra, pero una vez que lo hayas conquistado no puedo prometerte que no volverás a llorar… pero llorarás de alegría…
Me® 

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viernes, 12 de noviembre de 2010

A veces basta con un café...




A veces basta con un capuchino italiano, un muffins de chocolate y una larga y amena charla en un café al aire libre, al lado de Museo de Bellas Artes, oyendo el canto de los pajaros que hay en los árboles del Parque forestal para pasar una grata mañana...

Solo faltó decir ¡Gracias Ale! y para la próxima invito yo...

Me®

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Vibrando alto con imágenes



Todos nosotros, sin excepción, estamos en capacidad de elevar nuestras vibraciones tan solo eligiendo recordar –visualizar– algunas imágenes que nos traigan sentimientos de alegría, confianza, equilibrio y calma.

Sabemos que nuestro cerebro no puede discernir si la alegría, la paz o el gozo son producto de nuestra imaginación o de la realidad y que el Universo es infinitamente obediente con nosotros y cuando pensamos en algo inmediatamente él se ajusta a esa vibración y te envía más de lo mismo. Pensemos en el Padre Universo como en un Aladino al que le hemos frotado su lámpara y él, en todo momento, al sentir las vibraciones emitidas por nosotros responde: Tus deseos son órdenes… y llegan hasta nosotros esos sueños materializados.

Una vez que hemos elevado nuestra energía ya sea a través de pensamientos, emociones o palabras,  comienzan a aparecer las soluciones a todos nuestros conflictos, se abren nuestros canales de percepción y, como por arte de magia, se presenta ante nosotros aquello que antes éramos incapaces ver: Una vida plena… De pronto tenemos acceso a espacios o dimensiones que no imaginamos que existieran solo porque porque cuando vibramos en bajas tonalidades no tenemos acceso a aquellos espacios de energías más elevadas. Iniciamos un viaje hacia lo desconocido y somos atraídos y atraemos a personas, circunstancias, y toda clase de acontecimientos que nos impulsan a elevarnos aún más. También despertamos algunas células dormidas de nuestro cerebro y pueden surgirnos ideas brillantes que nos ayuden a movilizarnos hasta los aspectos más positivos de nuestras vidas.

Las imágenes son muy poderosas a la hora de sintonizar con los sentimientos de más alta vibración como la alegría, confianza, gratitud, serenidad, armonía, paz… Solo prueba a generar en tu mente alguna imagen que te conecte con la alegría… Habrán unas cuantas que lleguen a ti, pero selecciona solo una, con la que tengas mayor empatía y sentirás como poco a poco te sientes alegre, esperanzado… y hasta más liviano… Es porque estás vibrando alto… Mantén esa sensación de plenitud y agradece al Universo por todo lo que estás viviendo.

Así mismo puedes empezar a atraer a tu vida el amor, la abundancia, la paz, la Sabiduría, la calma y todo lo que necesites para vivir feliz… Solo pensando y sintiendo… vibrarás en el tono exacto de lo que deseas y por sintonía esto llegará hasta ti porque el principio de atracción dice que: lo similar atrae a lo similar…

Todos podemos crear nuestro mundo, podemos modificar nuestra realidad  entrenando nuestra mente para que sostenga solo pensamientos de la más alta vibración… Cuando aparezcan los de vibración baja –tristeza, odio, desconfianza, celos, rencor, envidias, miedo– tú solo cambia el chip y empieza a pensar cosas positivas… Sentirás el poderoso cambio.

Y como suelo decirles: No me crean, hagan la prueba… y después me cuentan

Un abrazo de la más alta vibración…

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