viernes, 31 de julio de 2009

Alcanza tu sueño... la historia de un gusanito



 Un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un grillo.
-¿Hacia dónde te diriges?, le preguntó. Sin dejar de caminar la oruga contestó:
-"Tuve un sueño anoche: soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo"
Sorprendido el grillo dijo mientras su amigo se alejaba:
-"¡Debes estar loco! ¿Cómo podrás llegar hasta aquel lugar? ¡Tú, una simple oruga! una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar, y cualquier tronco una barrera infranqueable".
Pero el gusanito ya estaba lejos y no le escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse. De pronto se oyó la voz de un escarabajo:
-"¿Hacia dónde te diriges con tanto empeño?".
Sudando ya el gusanito, le dijo jadeante:
-"Tuve un sueño y deseo realizarlo: subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo nuestro mundo".
El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo:
-"Ni yo, con patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa".
El se quedó en el suelo tumbado de la risa mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros. Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir.
-"¡No lo lograrás jamás!", le decían, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar. "Estaré mejor", fue lo último que dijo y murió.
Por días todos los animales del valle fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animal más loco del pueblo. Había construido como su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar un sueño irrealizable.
Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto quedaron atónitos. Aquella concha dura comenzó a quebrarse y, con asombro vieron unos ojos y una antena que no podía ser la de la oruga que creían muerta. Poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arcoiris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: una MARIPOSA.
No hubo nada que decir, todos sabían lo que haría: se iría volando hasta la gran montaña y realizaría un sueño: el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir.

Todos se habían equivocado.


Me®

Un toque Zen



Recuerde este proverbio chino: Los Maestros pueden abrir la puerta mas sólo usted puede entrar.

Tenga un proyecto de vida, más esté abierto para percibir las señales del camino. Sea flexible como los gajos de un árbol al viento, así nada podrá quebrarlo.

Encienda un incienso. Él marca el tiempo de su meditación o de cualquier actividad y purifica el ambiente. Además de eso, según los monjes zen-budistas, el humo esparce bienestar a todos los seres y eleva nuestro espíritu.

Tenga cerca una caja de arena, con algunas piedras y modifique cada día la posición de ellas y el trazado de los granos. Mover en el jardín zen es una forma de aquietar la mente y una metáfora de la vida: Todo está cambiando en todo momento, un día es diferente de otro y usted puede crear su presente.

En el trabajo, cuando estuviera en una situación de conflicto o recibiera una provocación, no reaccione inmediatamente. Respire y preste atención, pues siempre hay una manera de resolver las cuestiones de forma pacífica, con respeto, amorosamente. Caso contrario, usted entra en la sintonía de acciones y pensamientos negativos, dañinos para los otros y para usted mismo.

En el tránsito, manténgase atento y gentil con los otros conductores. Mantenga distancia y ceda el paso. Si está muy alterado con la espera, tenga en el vehículo música tranquila y algunos caramelos. Eso baja la ansiedad y suaviza el enojo e impaciencia.

Simplemente sea lo que es, acepte su cuerpo y sus pensamientos. Acuérdese de mirar hacia el cielo. Eso expande los límites de la mente y nos recuerda que somos una pequeña parte del inmenso Universo, que está siempre en movimiento.

Al hablar, use palabras de cariño y respeto, pues usted está delante de otro ser humano, sea quien fuera.

Reserve algún tiempo, y apenas quede sin hacer nada: No piense, no contemple, no desee cambios.

En cada gesto simple de lo cotidiano, usted puede descubrir nuevos placeres. Saboree el agua y cada alimento como un bien precioso, una fuente de energía vital. Cuando esté comiendo o cocinando, no desperdicie.

Comience el día sentándose con la columna erecta, (puede ser en una silla), perciba su respiración, los latidos de su corazón, sus tensiones, sus pensamientos. Quédese así por algunos minutos, después respire hondo y salga al mundo dispuesto a aceptar el día como venga, como si fuese el primero de su vida.

Viva el momento presente. El pasado ya se fue y el futuro aún no existe. El aquí y ahora es la única realidad.

La respiración tiene el poder de cambiar rápidamente su estado de ánimo. En situaciones de estrés, ansiedad, enojo, tristeza, calme su respiración y tenga en mente que todas las situaciones son pasajeras, que todo está en constante transformación.

Preste atención en todo lo que hiciere y mire las acciones y los comportamientos repetitivos como una nueva oportunidad de percibir la vida con más cuidado y amor.

Autor: Anónimo

Me®

Hamsa o Mano de Fátima



Se le conoce como Hamsa o Khamsa y es un amuleto en forma de mano abierta, con los dedos hacia arriba considerado como una poderosa protección contra la maldad y las malas vibras. Es usado mayormente en el norte de África y también en medio oriente.

La palabra Hamsa (khamsa) significa cinco, que es un número sagrado en la tradición hebrea y musulmana.

Este amuleto es también conocido en el Islam como Mano de Fátima, conmemorando a la hija de un gran profeta que llevaba el nombre de Fátima. Cuenta la leyenda que la fe y devoción que sentía ella eran tan grandes y verdaderas que cuando se entregaba en oración profunda, era capaz de hacer llover en el desierto para luego ver nacer allí hermosas flores.
Fátima amaba mucho a su marido Ali y una tarde en que se encontraba en la cocina preparando la cena para ambos, entra su marido para presentarle a su nueva esposa. La religión islámica permite la poligamia, pero Fátima estaba tan perdidamente enamorada de su esposo que siguió cortando los vegetales y no se dio cuenta de que con el cuchillo cortó su mano y sangraba profusamente. La punzada que sentía en su corazón era tan fuerte que era incapaz de sentir este otro dolor tan mínimo en comparación a su tristeza de amor.
Esa misma noche Alí quiso pasar la noche con su nueva esposa y Fátima los espió por una hendidura en la pared. Cuando vio a su marido besar a la otra mujer no puedo contener las lágrimas y una de ellas, con forma de mano con dos pulgares y tres dedos cayó en la espalda de Alí. Este hecho hizo comprender al esposo la magnitud del amor que Fátima sentía por él, y renunció a su nueva esposa quedándose con Fátima para siempre.

Esta leyenda hace que las mujeres árabes e islámicas carguen con este amuleto en forma de pendiente o gargantilla como una manera de alejar a “las otras” de sus maridos y confiar en que no las abandonarán. Se le atribuye también el poder de desarrollar en don de la paciencia para no desesperar en momentos de prueba o dolor. Especialmente para esperar tranquilamente que la fortuna toque a nuestra puerta.

En la actualidad son muchas las culturas (entre ellas la nuestra) que obsequia esta figura, en las más diversas formas (amuletos, cuadros, joyas, adornos, ropas, utensilios y muchas más) como un imán para la buena fortuna.
Es un símbolo que pretende recordar que la divinidad puede ser expresada a través de los cinco sentidos… y el agradecimiento también.

A cualquier amuleto podemos otórgales el poder que nosotros necesitemos darle. Ya sabemos que el poder no lo da el amuleto en si sino que nuestra mente le concede poder. Por eso tú puedes usar el Hamsa de la manera que quieras. Yo lo uso en mi decoración y me encanta.

Todas las formas de arte se han deleitado con esta mágica figura… y tú también puedes crear tu propia versión de tan bello y singular amuleto.

Un abrazo queridos lectores.

Me® 

jueves, 30 de julio de 2009

Optimismo...


.¸¸.´¯`۩۩´¯`.¸¸.
Tengo mi propia versión del optimismo. 
Si no puedo cruzar una puerta, 
cruzaré otra o haré otra puerta. 
Algo maravilloso vendrá, 
no importa lo oscuro que esté el presente. 

Rabindranath Tagore
.¸¸.´¯`۩۩´¯`.¸¸.


Me®

domingo, 26 de julio de 2009

Trabajar con el corazón


 A un albañil, ya mayor, le llegó el momento de su jubilación.

Así que fue a ver a su jefe con el que había trabajado durante muchos años, y le comentó sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y poder disfrutar de su familia y su jubilación.

El jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y así se lo dijo, pidiéndole, como favor personal, que construyera una última casa. El albañil accedió, pero su mente y su corazón ya no estaban allí, así que utilizaba materiales de inferior calidad, no estaba atento a lo que hacía y su trabajo dejaba mucho que desear. Era una desafortunada forma de acabar su carrera.

Cuando el albañil finalmente acabó la construcción, su jefe fue a inspeccionar la casa, y al finalizar la visita, cogió las llaves de la puerta principal y las tendió al albañil:

- Tu última casa... este es mi regalo para ti.

Cuento tradicional

Me®

Espejos


Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo. Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mí mismo.
Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.
Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.
A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.
Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia.
La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.
Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.
Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas. Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas.
Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.
Las características que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.
Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones.

Deepak Chopra

Me®

sábado, 25 de julio de 2009

¿Es posible celebrar la tristeza?


No te identifiques con la tristeza. Transfórmate en su testigo y disfruta del momento de tristeza, porque la tristeza tiene su propia belleza. Nunca te has fijado en ello. Te identificas tanto, que nunca penetras en la belleza de un momento triste. Si te fijas, te sorprenderás de los tesoros que te has estado perdiendo. Fíjate: cuando eres feliz nunca eres tan profundo como cuando estás triste. La tristeza tiene profundidad; la felicidad tiene algo de superficial. Observa a la gente feliz.

Los que pretenden ser felices, los playboys y playgirls que encontrarás en los clubs, en los hoteles, en los teatros, siempre están sonriendo y burbujean felicidad. Los encontrarás insípidos, superficiales. No tienen ninguna profundidad. La felicidad es como las olas, solamente superficial; vives una vida trivial. Pero la tristeza tiene algo de profundo. Cuando estás triste no es como las olas en la superficie, es como la profundidad misma del Océano Pacífico; millas y millas.

Sumérgete en su profundidad, obsérvala. La felicidad es ruidosa; la tristeza tiene un cierto silencio. La felicidad puede ser como el día, la tristeza es como la noche. La felicidad puede ser como la luz, la tristeza es como la oscuridad. La luz va y viene; la oscuridad permanece, es eterna. La luz se presenta a veces; la oscuridad está siempre ahí. Si penetras en la tristeza sentirás todas estas cosas. De pronto te darás cuenta que la tristeza está ahí como un objeto, tú la estás observando, eres testigo de ella, y repentinamente empiezas a sentirte feliz. ¡ Qué bella es la tristeza!

Una flor de la oscuridad, una flor de eterna profundidad. Como un abismo sin fondo, tan silenciosa, tan musical; no hay ruido en absoluto, ninguna perturbación. Uno puede ir cayendo en ella incesantemente y uno puede salir de ella absolutamente rejuvenecido. Es un descanso.

Depende de la actitud. Cuando te entristeces piensas que te ha sucedido algo malo. El que algo malo te ha ocurrido es sólo una interpretación y entonces tratas de escapar. Nunca meditas sobre ello. Luego quieres ir a ver a alguien; a una fiesta, al club, o enciendes la televisión o la radio, o empiezas a leer el periódico; haces algo para poder olvidar. Que la tristeza sea algo malo, es una actitud errónea que te ha sido transmitida: No hay nada malo en ella. Es otro polo de la vida.
Osho

Me®

Déjanos tu huella...