lunes, 1 de septiembre de 2014

La Gente Feliz…



Hace unos días, mientras almorzaba con unas amigas y comentábamos el libro: La gente feliz lee y toma café*, una de ellas exclamo: pero de verdad, que es lo que hace la gente feliz...? y nos quedamos pensando un rato y contestamos las tres casi al unísono: ser felices… Ja!

Y es verdad, la gente feliz está realmente ocupada siendo feliz… no necesita demostrar nada a nadie, no compite con otros, no vive de aparentar cosas falsas, no busca impresionar, no se muere de miedo al ver que otro es mejor que ellos, no se comparan constantemente con los demás… Simplemente son felices… No necesitan hacer nada para llamar la atención porque ser feliz es una labor tan comprometida, que ocupa toda nuestra energía… y nos aplicamos en cuerpo, mente, alma y espíritu a eso... a ser felices...

Y es que de verdad es bien poca la gente feliz.

La mayoría está metida en esa idea prefabricada de lo que es la felicidad y, a pesar de no sentirse para nada contentos, siguen ahí pegados porque nadie les ha mostrado otra forma de vivir en plenitud. A eso le llaman “zona de confort”…

Entonces se nos ocurrió a las tres casi al mismo tiempo: ¿Por qué no creamos un curso para enseñarle a la gente a ser feliz? Mi respuesta fue ¡No! Porque SER FELIZ es algo demasiado personal y cada persona tiene su modo único de ser feliz…

Y nos pasamos el resto de la comida enumerando que hace la gente feliz… y la verdad es que la gente feliz no hace tantas cosas. Ellos se dedican solo a ser felices. Y como sea que ellos quieran vivir su felicidad.
Da lo mismo si los están mirando o no hay nadie.

En cambio existe la falsa felicidad, esa que la gente muestra para la foto. Cuando quiere exhibir ante los demás lo bien que están, lo contentos que van por la vida y tantas otras maneras de esconder la infelicidad… Eso es muy común en mi país.

De regreso a casa me vine pensando en las personas felices que conozco y la verdad las cuento con los dedos de una mano, son tan pocas las personas que son realmente felices… y hablo de felicidad real, de estar contentos con sus vidas, que no le quitarían ni pondrían nada y sobre todo que eligieron vivir de ese modo. Han optado por la felicidad.

Mi trabajo como tarotista y astróloga me permite conocer las verdades de cada persona. Lo que no le cuentan ni al cura del pueblo me lo confidencian a mi y por eso llego a conocer el alma de muchas personas… Lo increíble de esto es que muchas de esas mismas personas que acuden a mi consulta porque ya no dan más con su depresión las veo muy sonrientes posando para la foto y declarando por las redes sociales su felicidad…
Lo mismo sucede cuando llegan hasta mi confidenciándome los conflictos con la suegra, la esposa, el amigo, la compañera de trabajo y luego aparecen abrazados en la foto…
Eso es porque hay mucho miedo a ser verdaderos…

Hay un estereotipo de la felicidad. Se cree que es no tener problemas, no carecer de nada, poseerlo todo y vivir sonrientes, todos amigos, donde jamás hay un conflicto… y la persona que dice lo que piensa, que defiende sus derechos, que reclama ante las injusticias esa es la gente infeliz…

En realidad la gente feliz es siempre verdadera. Dice lo que piensa y siente… No finge afectos imposibles… no declara cosas falsas… porque ser feliz no depende de estar casada con un millonario, de viajar a lugares exóticos, de tener una casa en los barrios altos, ni de asistir a fiestas glamorosas… La felicidad es un bienestar constante… Leáse: Bien-Estar… que es estar bien… consigo mismo, con la naturaleza, con los demás… y estar bien con el resto de las personas no consiste en simular.

Por eso hoy deseo para ti que seas parte de ese escaso grupo de personas felices que conozco… que te animes a ser verdadero, que hagas todo lo que te hace vibrar, que puedas hacer brillar esa luz que llevas dentro y que ayudes a ser felices a muchas personas más…

Un abrazo a toda esa gente feliz…

En Amor y Conciencia.

* Hermoso libro que ayuda en el proceso de duelo... Me lo regaló mi querida amiga Fran cuando supo del fallecimiento de mi hermano.

Me® 

 Si reenvías este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.

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