Similar a la transición de
diciembre a enero –Sagitario a Capricornio– es la energía de cambio de agosto a
septiembre –Leo a Virgo– porque pasamos
de las energías del fuego a las de tierra recibiendo un fuerte impulso para
reiniciar y poder concretar esos proyectos que nacieron al comenzar el año…
Septiembre es un mes importante
en la vida de todo ser humano porque habiendo ya vivido la mitad de nuestro año
astrológico –de Aries a Piscis– podemos hacer una revisión minuciosa de lo que hemos
caminado porque nos sentimos en plena capacidad de evaluar nuestro año y programar
lo que aún nos queda por avanzar.
Este mes de equinoccios
–Primavera en el Sur y Otoño en el Norte– nos conduce hacia la conclusión de esas
metas que fueron nuestros sueños (Piscis) al despedir el año astrológico
anterior. Ya tuvimos suficientes distracciones y gastamos mucha energía en eso,
ahora nos enfocamos en poner la semilla de esos sueños porque pronto debemos
cosechar.
Así como al comenzar el año nuevo
astrológico asignamos los 12 primeros días a cada mes del año recién iniciado
(21 marzo, marzo; 22 marzo, abril, 23 marzo, mayo; 24 marzo, junio; 25 marzo
julio y 26 marzo agosto) los seis primeros días de septiembre pueden ser el
indicador de cómo serán los meses de septiembre, octubre, noviembre, diciembre,
enero y febrero). Habiendo recorrido la mitad del camino anual, conocemos ya la
energía dosmilcatorceana y con la entrada de Virgo nos ponemos serios y tomamos
verdadera conciencia de nuestras tareas anuales y nos aplicamos de lleno a
ellas.
Todos los días tenemos la oportunidad de
comenzar de nuevo, especialmente aquellos que den los primeros pasos en la
primera semana septembrina tienen un porcentaje muy alto de probabilidades de alcanzar
exitosamente todo lo que se han
propuesto al comenzar el año.
La Luna creciente llega el 2 de
septiembre a iluminar y acompañar nuestro reinicio astrológico anual y a llenarnos
de su magia entregándonos la posibilidad de triunfar en todo propósito que nos lleve
a crecer en cualquier área de la vida.
Virgo es limpieza y purificación
así que no dejes de asear profundamente tu cuarto, tu casa y tus ropas. Desecha
lo que no sirve y desocupa cajones y estantes para recibir lo nuevo. Haz una
dieta depurativa y si necesitas perder peso, este es el momento de perseverar
en ello. Inscríbete en un gimnasio, ponte a practicar Yoga y realiza al menos 5
minutos de meditación cada día para reconectar con tu ser. Organiza tus espacios
de trabajo y renueva tu closet o armario.
Ordena tu mente, tu cuerpo, tus
emociones… tu vida…
Recuerda que esto es solo el
preludio… lo mejor está por venir.
En Amor y Conciencia.
Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
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