La vida, así como la
naturaleza, está compuesta de
polaridades: yin–yang, bien–mal, claro–oscuro, calor–frío, nos
acompañan a todas partes y es así como tratamos de mantener las más elevadas vibras en nuestros hogares, pero si atraemos las vibraciones positivas, ellas traerán
consigo también las negativas (los opuestos se atraen) y por eso debemos limpiar nuestras viviendas cada cierto tiempo…
Ahora que se inicia el ciclo de
renacimiento en nuestras almas, debemos estar limpios de toda energía negativa
para poder recibir todo ese caudal de energías renovadoras que nos trae la
estación de las flores y la alegría.
En la primera semana de la Primavera, una mañana entre el
22 y el 27 de septiembre, asearás muy bien tu casa y abrirás todas las
ventanas. Luego pondrás una música de alta vibración y tomarás una campana, una flauta, algún cascabel, pandero y si
no tienes instrumentos en tu casa puedes usar una copa de cristal y una cuchara para empezar a hacer ruido por toda la casa, desde la puerta de entrada hacia
las habitaciones interiores y siguiendo el movimiento contrario a las agujas
del reloj recorrerás toda tu vivienda terminando en el mismo punto donde
empezaste… Luego rocía cada rincón con agua, en donde has dejado reposar ramas
de canela, hojas de ruda y de romero.
Luego abre tus brazos hacia el cielo y agradece…
Ahora invita a las energías positivas a entrar en tu
casa… Puedes empezar invitando a los ángeles, comandados por el Arcángel Miguel
a que habiten en tu hogar y te protejan de toda negatividad… Abre las puertas
de tu hogar y de tu corazón a todos los seres de luz para que formen en tu casa
una red de protección amorosa.
Una vez hayas terminado puedes tomar un baño de tina en
donde pondrás una cucharada grande de
miel y pétalos de algunas flores… Relájate… disfruta… Medita…
Ahora estás lista para vivir la primavera desde lo
profundo de tu alma.
¡Felicidades!
Me®
Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario