sábado, 31 de octubre de 2009

Solitud...



Todos los esfuerzos dirigidos a evitar la soledad han fallado, y fallarán porque están en contra de los fundamentos de la vida. Lo que se necesita no es algo para olvidar la soledad, se necesita tomar conciencia de esa «solitud» que es una realidad.

Y es tan hermoso experimentarla, sentirla, porque es tu libertad respecto a la multitud, el otro. Es nuestra libertad que nos quita el temor de sentirnos solitarios. La palabra «solitario» inmediatamente produce una herida, un vacío que hay que llenar; lastima. Sé algo que lo llene.

«Solitud», esa palabra no sugiere el sentido de herida, de vacío que debe ser llenado. Solitud significa que estás completo, no necesitas a nadie para completarte.

Así pues, trata de encontrar tu más profundo centro donde siempre estés solo. En la vida, en la muerte, dondequiera que estés, estarás solo. Pero esto es tan pleno —no es un vacío—, está tan completo y desbordante de savia vital, de todas las bellezas y bendiciones de la existencia, que en cuanto se ha probado la solitud, la pena del corazón desaparece. En su lugar surge un nuevo ritmo de inmensa dulzura, paz, gozo, felicidad beatífica.

Esto no significa que un hombre centrado en su solitud —completo en sí mismo— no pueda hacer amigos; de hecho sólo él puede hacerlos, porque ahora no es ya su necesidad, sólo quiere compartir. Tiene tanto que puede compartir.

  Osho

Me®

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