En su aspecto mortal, el hombre está dotado de una naturaleza triple, y anhela la liberación de todas las formas de sufrimiento, esto es:
1) La curación de las enfermedades corporales.
2) La curación de las enfermedades de la mente -enfermedades psicológicas- tales como el temor, la ira, los malos hábitos, la conciencia del fracaso, la carencia de confianza y de iniciativa, etcétera.
3) La curación de las enfermedades del espíritu, tales como la indiferencia, la carencia de un propósito en la vida, el dogmatismo y la soberbia intelectual, el escepticismo, el satisfacerse con el aspecto material de la existencia, y la ignorancia tanto de las leyes de la vida como de la divinidad del hombre.
Es de fundamental importancia el asignar igual valor a la prevención y a la curación de estos tres tipos de enfermedades simultáneamente. La mayoría de los hombres fija su atención en la curación de los problemas físicos exclusivamente, debido a que éstos son los más tangibles y obvios. Más las gentes no se percatan del hecho de que las verdaderas causas de todas las aflicciones humanas, yacen en las perturbaciones mentales tales como la ansiedad, el egoísmo, etc. y en la ceguera espiritual, que impide percibir el divino significado de la vida.
Una vez que un hombre ha destruido en sí las bacterias mentales de la intolerancia, la ira y el temor, y ha liberado su alma del poder de la ignorancia, es muy poco probable que sufra de enfermedades físicas o de privaciones materiales.
P. Yogananda.
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1 comentario:
Siempre oportuno!
Un Besito Marino
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