En la primera lunación del año –madrugada del 4 a 5 de enero– el cielo deja ver sus mensajes claros y poderosos: Nos llama a cerrar definitivamente
el ciclo 2014 con la Luna Llena y nos abre las puertas para el nuevo comienzo 2015
con la Gran Cruz Cardinal que formará junto con esos dos titanes del olimpo que nos están haciendo trabajar muy duro en este tiempo: Mientras Plutón derriba todo lo que está caduco, Urano nos pone en nuevos caminos… Mercurio
también se hace parte del gran teatro celeste avanzando hasta Acuario y
potenciando la actividad mental y los temas comunicacionales para ayudarnos a
resolver asuntos familiares, hereditarios y reconocer el auténtico valor de los ancestros.
Esta Luna en Cáncer nos hace retornar
al útero materno para conectar con nuestras raíces y aceptar nuestra estirpe
celestial… de ahí nacemos nuevamente pero ahora siendo conscientes de que no
somos el fruto de la casualidad. No vinimos porque un espermatozoide de papá
fecundó un ovulo de mamá… Traemos un mensaje divino en cada chispa de luz, en
cada molécula del cuerpo, en cada fibra de ADN, en cada átomo energético.
Iniciamos el 2015 renaciendo porque la vida que llevamos antes, tan dormidos,
tan autómatas del sistema, ha terminado. Nos hemos convertido en seres
conscientemente celestiales y hay que celebrarlo con un gran bautizo cósmico… y
este será nuestro bautismo: el Cielo derramando su luz sobre todos nosotros y honrando nuestra alcurnia celeste.
Reconocernos niños avanzando por el
planeta es empezar de verdad a crecer… no estamos preparados aún para caminar
solos y por eso tenemos la guía constante del Cielo. Esta Luna llena se vuelve
muy importante, no solo por ser la primera del año sino porque nos muestra la
energía con que se presentan los días venideros… y se viene fuerte, pero
trabajando temas internos, dentro de la casa, reunidos en el hogar, despertando
viejos recuerdos para sanarlos y liberarlos de rencores y opresión. Solo hay
que conectar con esa infancia latente siempre en nosotros. No importa la edad
que tengamos, permanecemos niños en el alma porque estamos siempre dispuestos a
aprender, a integrar nuevos aprendizajes y a desaprender lo que no nos sirve para
la evolución del espíritu.
Esta Luna Llena trae mucha luz para
todos quienes quieran aprovecharla. Todos los planetas en los signos cardinales
nos están empujando –a veces suave y otras bruscamente– para que vivamos en
aceptación total y eso es reconociendo todo lo divino y lo humano que habita en
nosotros… y que en medio de tanta humanidad somos infinitamente perfectos como
son los bebés que llegan a la vida confiados en que todo saldrá bien… que lo
lograrán.
…y nosotros vamos a lograrlo.
Seremos libres del pasado, capaces de relacionarnos con el corazón, sintiendo desde el alma, descubriendo
la vida momento a momento, sin hacer muchos planes sino que disfrutando del
lento avanzar por el planeta.
Y la Madre Tierra, el Padre Cielo y toda nuestra gran familia galáctica empezarán a darnos nuestro lugar... ese que nos corresponde por derecho y no por línea de parentesco sino porque nos hemos ganado un sitio de privilegio en todo el Universo por este trabajo que estamos realizando hoy: Despertando más cada día, agregando consciencia y conciencia a la existencia y sobre todo por haber despertado esos corazones dormidos... Ahora la Tierra es un enorme corazón latiendo y enviando pulsaciones de amor... porque eso somos...
En Amor y Conciencia.
Me®
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