Verdad es todo aquello que
es fiel a su esencia…
Verdad es el cielo cuando
es azul, cuando es gris, cuando está poblado de nubes y también cuando llueve…
Siempre distinto pero siempre cielo…
Verdad es el mar cuando es
calmo, cuando bravea, cuando se recoge, cuando se desborda y hasta cuando se
transforma en tsunami no deja de ser el mar…
Verdad somos nosotros
cuando nos atrevemos a SER y quitamos de nuestra naturaleza todas las máscaras
que nos impone la sociedad. Verdad es darte permiso de vivir desde la esencia y
dejar esa existencia que te obliga a vivir a través de la personalidad.
Y ha llegado este tiempo luminoso
y verdadero… se respiran aires de autenticidad. Ya no hay tiempo para mentirle
a los demás con sonrisas, con maquillajes, con tintes de pelo, con historias
inventadas, con excusas por no llegar, con llevar una vida acorde al sistema, con
múltiples vacíos que llenar… ni menos queda tiempo para mentirnos a nosotros
mismos… Lo que somos, somos y ese es nuestro máximo capital… Al fin lo hemos
comprendido.
Nacemos en absoluta
verdad. Somos bellos, alegres, confiados, espontáneos, amorosos, curiosos,
intrépidos… pero la vida, con su ya bastante desprestigiada educación, nos pone
justo en el lado opuesto volviéndonos inseguros, tristes, resignados,
desconfiados, falsos, fríos, temerosos y con todo eso, por supuesto que
infelices… pero nos estamos quitando esas capas de mentiras, nos despojamos de
eso que no somos y estamos en el proceso de reencontrarnos con nosotros… y eso
vuelve estos días más especiales aún… llenos de maravillosas sorpresas que
vamos descubriendo día a día en nosotros y en los demás…
A veces el encuentro con
lo que somos en realidad resulta doloroso, pero es porque lo estamos viendo
desde la perspectiva mundana que ha convertido a la humanidad en un enorme
rompecabezas donde nosotros somos las piezas que deben encajar… nos han
amoldado a como quieren y necesitan que seamos… y de eso nos empezamos a
liberar…
Descubrir que somos una
pieza que no encaja ni aquí ni allá puede resultar shockeante al principio,
pero a poco andar descubrimos que es la mayor bendición que hemos recibido:
Somos únicos, especiales, diferentes, alternativos, o como quiera etiquetarnos
el sistema, simplemente porque nos hemos atrevido a vivir desde el corazón.
Algo que para nosotros ha sido simplemente dejarnos fluir hoy la gente lo
aprende en costosos seminarios de 5 días… Resulta increíble que hay que enseñar
a muchos a conectar con la vibración cordial… Eso es porque se rindieron a la
vibración de la mente para ser parte de esa manada humana que responde a los
estímulos del sistema… Y ahora toca salir de ese rebaño complaciente para
empezar a reconocerse y vivir desde la auténtica expresión de cada uno.
Ya no son importantes
disfraces como los títulos, las modas, el exitismo, las religiones, las ideas y
todo eso en lo que la gente se mete para esconder su verdadera naturaleza y
llevar una vida “acorde”. Ahora vamos desnudos, sin disfraces de ningún tipo el
Universo nos regala total armonía por atrevernos a SER…
Tenemos que ser capaces de
detenernos en este espacio/tiempo para vivirlo a plenitud porque cuando se vive
desde el corazón –o alma– volvemos a ser niños, nos reencontramos con nuestra
naturaleza cándida y generosa… nos invaden deseos de cantar, jugar y compartir
y nada nos preocupa porque confiamos en que somos sostenidos por este gran
Padre/Madre Universo que nunca nos abandona…
Disfrutemos plenamente de
este periodo de renacimiento, de reencuentro con nosotros… Juguemos, riamos a
carcajadas, anclémonos en este eterno presente y vibremos desde el corazón…
Seamos felices en este tiempo para la verdad…
En Amor y Conciencia.
Me®
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