jueves, 2 de agosto de 2012

Conmigo...



Cada día cuesta más estar a solas con nosotros mismos. La vidas nos lleva… nos dejamos arrastrar por los eventos cotidianos y nos cuesta tanto negarnos… me ha sido necesario sacar un talento que tengo bien guardadito: Saber decir que no… Lo usé :dije ¡NO! y dejé de lado unas cuantas invitaciones, especialmente la de pintar los días viernes que es mi pasión… elegí quedarme conmigo misma y aquí estoy… en la playita… sola, en una bella casita con vista al mar, no sin un poco de miedo cuando hay viento y llueve… pero he abierto mi mundo interior y hasta he visto a Dios asomado a la ventana haciéndome guiños…

A la gente le cuesta comprenderme en esta faceta mía de ermitaña, ya que conocen mi ego social y creen que soy toda para los demás - y con tantos planetas en la Casa 7, lo soy -  pero la soledad también es mi amiga… y es que de tanto vivir hacia fuera y de relacionarme con gente durante tantas horas al día termino semi chalada - o totalmente - y cada tanto necesito recargarme de energías y es cuando mi alma me empieza a pedir un tiempo a solas conmigo… y yo se lo concedo, cada vez con más gusto.

Este año no traje internet y disfruto leyendo, paseando, escribiendo, haciendo videos… y sobre todo meditando… No se imaginan como me he sanado… Ni siquiera me he preocupado de cocinar porque los lugareños me traen todos los días el almuerzo preparado ¡Delicioso! Y solo me preparo una tizanas y gozo a concho este encuentro conmigo misma.

Este mundo de los sentidos me resulta cada vez más agotador. Hemos creado un modo de relacionarnos tan artificial que debemos frenar constantemente el fluir de nuestro SER para no parecer inadecuados y vamos perdiendo la visión de lo que realmente somos.  Olvidamos constantemente que la vida es solo un viaje en estos cuerpos que son nuestras naves y nos desconectamos de la fuente.
Si nos aceptáramos como seres espirituales, nadie tendría necesidad de escaparse para cargarse de vez en cuando… Seríamos constantemente retroalimentados por los otros y por este pródigo Universo.

El río fluye… el viento fluye… las olas fluyen… la vida fluye… ¿Por qué no podemos fluir naturalmente nosotros…?

Y bueno… yo sigo aquí conmigo

Hasta pronto… Volveré junto con las Hadas y las flores: en Primavera

Me® 

 Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.

2 comentarios:

Carolina Daloquio dijo...

Es necesario el reencontrarse con uno mismo, tener esos espacios y esos tiempos y disfrutarlos porque alimentan el espíritu y nos hace renacer.

Mer Vivar dijo...

Así es Carolina...

Un abrazo y gracias por estar...

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