Quizás el más grande obstáculo que podemos encontrar en el
camino de la evolución espiritual es que al ir quitándonos esas máscaras que
fuimos adquiriendo con con nuestra educación y con las que nos sentíamos tan
identificados, adoptemos otra máscara: la del ego
espiritual.
Es muy facil engañarse y pensar que un ser espiritual debe
comportarse de una determinada manera, vestirse de un cierto color o estilo,
visitar ciertos lugares, comprar algunas cosas, comer algunos y dejar de comer otros
alimentos, etc. Y poco a poco vamos adquiriendo un disfraz sin darnos cuenta de
que es solo otra máscara y que hacer todas esas cosas no nos vuelve
espirituales.
La espiritualidad consiste solamente en la práctica… pero
no en la práctica de viejos preceptos ya sea budistas, cristianos o mahometanos
sino que simplemente en practicar la vida, adquirir exeriencia y vivienciar
cada hecho para conocer “in situ” cada acción, emoción y sensación de lo que
vinimos a experiementar. De nada sirve que otro te cuente como sabe el helado
de vainilla, eres tú quien debe probarlo para conocer ese sabor; y si otro te
cuenta como sufre las pérdidas de la vida, jamás podrás comprenderlo hasta que
no vivas en carne propia tus pérdidas.
Constantemente veo a personas que adquieren lo que se
llama el disfraz espiritual y dejan de comer carnes, llenan sus casas de
incienso, imágenes del Buda o campanas y banderas tibetanas, se visten de
blanco, repiten mantras y leen a ciertos autores llamados “espirituales” y van
por la vida imitandolos… empiezan a comportarse de acuerdo a la idea que ellos
tienen de la espiritualidad y se vuelven prisioneros de ese concepto. Eso no es
más que un ego espiritual que quiere mostrarse ante los demás.
El ser espiritual no necesita de nada de eso y encuentra
el espacio sagrado dentro de si mismo, sin hacer aspavientos. La
espiritualidad no es exibicionista ni competitiva. El ser espiritual toma la
vida como la gran escuela que es y por eso adquiere serenidad. Jamás comenta
sus logros y rara vez lo escucharás quejándose porque practica la aceptación.
Ya hemos hablado que la
espiritualidad no es negarse nada y tampoco agregrarse algo. Es simplemente
vivir consciente y concientemente, tener claro que estamos aquí de paso y por
eso no nos aferramos a nada… simplemente nos comportamos como un alma viajera
que en esta pasada se ha vestido con este cuerpo y algún día deberá dejarlo
para continuar su viaje.
Despredernos de este ego espiritual para llegar a lo que realmente somos es un gran paso hacia la verdadera evolución de nuestra conciencia.
Me®
Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
2 comentarios:
Si es muy cierto lo que aqui se menciona en lo personal me hace sentido.Basta con ver que cada ser humano alimenta su propoio ego al punto de creer solo en su verdad, siendo,que no existe una verdad absoluta para todos por igual.
La idea es no perdernos en nuestro peregrinar por esta vida y encontrar la luz al final del camino cariños para toda la humanidad.
cuanta verdad .pero entre la ambicion del ser humano.nuestro ego .pasa por otra cosa.pero en algo estoy de acuerdo,en la tierra estamos de paso.
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