Chile es un país que desde
siempre ha tenido una muy cercana relación con el fuego. Desde el gran espacio
que concede al color rojo en su bandera, pasando por tener al metal cobre como
sueldo principal, hasta en la gran cantidad de volcanes que nos rodean a lo
largo de todo el territorio.
Si miramos su Carta Natal
vemos que tiene a Sagitario –fuego mutable: que se expande, que crece, que
viaja y recorre– en su ascendente y a Marte, planeta significativo del fuego,
en su Medio Cielo…
Diríamos que somos muy
fogosos los chilenos… pero ni tanto (recordemos que el sol esta en Virgo). Esto
no tiene que ver con lo sexual sino que el fuego más básico, más primitivo… esa
fuerza de la rabia, las quejas, el poder, la competencia, los abusos, la ira
contenida –como lava de volcán siempre a punto de estallar– y la envidia, ese
dolor de ver a otros con lo que deseas para ti… El bullyng es un fuego muy
destructor y que usamos mucho en Chile, especialmente los medios de
comunicación… El futbol, ese frenesí que despierta “la roja” en la mayoría de
los habitantes de este largo y angosto país es también un fuego latente…
Siempre ahí esperando ser despertado para manifestarse… y se ha despertado…
vaya como ha salido de su latencia este Señor fuego que está consumiendo miles
de hectáreas de bosque nativo y nuestras
esperanzas…
De pronto andamos muy acelerados,
con la cabeza llena de cosas por hacer, sin tiempo para el relajo y más encima
bajo una temperatura de 35º como promedio… El calor nos pone tensos… el cuerpo
pide descanso y al no tenerlo se frustra, vienen la rabia… y eso nos pone muy
fueguinos (para no decir fogosos) a los chilenos. Ante cualquier contrariedad
encendemos una chispa y sin darnos cuanta creamos una hoguera de enojos, cólera,
y no siempre lo expresamos… queda latente esa energía en el ambiente y es así
como mi rabia, tu rabia, la de tantos que habitamos este largo y bello país
esta flotando en el aire… es fuego energético y se materializará apenas alcance
las unidades de energía que necesita la materia para manifestarse.
Somos humanos, lo se… Es
¿natural? sentir enojo, frustración, ira… pero también somos espíritu y podemos
dominar ese fuego que nos consume y transmutarlo en algo menos dañino para
nosotros, para el entorno y para los demás.
Este fuego que arrasa, que
quema, que destruye a nuestro país es tu fuego, mi fuego, el de todos que está
en el aire… Hemos creado tamaña bola ardiente que consume hectáreas de bosques
y pretende arrasar con el país…
No culpemos a nadie, somos
responsables de estos incendios porque hemos aportado una chispa, ya sea
consciente o inconscientemente.
El fuego destruye… pero
también purifica…
De la destrucción siempre
algo nuevo se construye… Tal vez era necesaria esta limpieza territorial…
Aunque duela, pero para poder renacer hay que dejarse morir… Y de alguna manera
todos estamos muriendo de tristeza, (por favor de rabia no), de dolor, de
impotencia ante este monstruo que avanza consumiendo bosques y prados… pero
también estamos viendo que hay hombres sacrificados que lo están dejando todo
por apagar este incendio y que no reciben sueldo alguno por exponer sus vidas… Tal
vez esto sirva para que por fin decreten que los bomberos chilenos DEBEN
percibir un sueldo por realizar tan abnegada labor.…
Este fuego es también
iluminador y está poniendo luces en muchas zonas oscuras… como en el negocio de
las forestales…
De algún modo se está
quemando lo viejo para que pueda nacer algo nuevo… y en esa creencia estamos
aceptando y mirando sin quejas, sin odio sino con gratitud este fuego
purificador que nos consume a todos los chilenos…
Quizás podríamos
transformar el fuego de la rabia y la prepotencia en pasión, pero pasión de la
buena, de esa que te impulsa, te eleva, te arrastra a conseguir metas que a
ratos parecen inalcanzables… Esa pasión que inspire a otros, que les invite a
seguirte, a crecer, a iluminarse… Ese fuego es maravilloso porque se transforma
en luz.
Nos estamos quemando…
Ardemos… nos consumimos en ira, frustración, rencor, venganza…
¿Por que no empezamos a
trabajar nuestro fuego primitivo para volverlo más elevado? Podemos comenzar ya
mismo eliminando la crítica, la competencia, el enojarnos por pequeñeces, la
burla, la impaciencia, el chaqueteo, las agresiones de todo tipo… Apaguemos los incendios dejando salir
nuestra propia agua interior: empatía, sensibilidad, comprensión,
aceptación, afecto… solidaridad, compañerismo… Siempre podemos transmutar las
energías… y el fuego es un gran transmutador.
Estos grandes incendios
están mostrándonos (como todo lo que sucede en nuestro entorno) que somos un
país ardiente… que hay muchas rabias y rencores… y que es tiempo de sanar…
Sanemos juntos a Chile porque somos
todos uno y si gobernamos nuestros fuegos internos controlaremos los
incendios externos…
En Alegría, Amor y
Conciencia…
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