Después de las turbulencias propias del año del Caballo, llega la Cabra de
Madera trayéndonos un poco de calma, sin abandonar el trabajo que hemos
iniciado en este despertar colectivo que nos encamina hacia la evolución personal.
La oveja es un ser apacible, tan dulce y cariñoso que nos mantendrá
conectados a nuestros afectos y nos acercará al hogar. Despertará nuestra
conexión intrínseca con la naturaleza y seremos capaces de disfrutar de
caminatas por un bosque, de pasear entre la nieve o navegar en un apacible mar…
Será un año de mucho sentimiento e hipersensibilidad. Un ciclo para vivirlo
desde el alma, lo que será muy bueno para quienes se expresan a través de las
artes y las emociones y todo un aprendizaje para aquellos que han vivido desde
la razón pura.
Diríamos que la cabra es puro corazón. Siempre está pendiente de los demás
cuidando de que estén y sobre todo que se sientan bien. Generosa y compasiva la
ovejita es la que sabe escuchar nuestras historias tristes y consolarnos,
contenernos, sacar un pañuelo para secar alguna lagrimita que derramemos y
ponernos el hombro si queremos llorar. Prepara cazuelas y deliciosos postres
solo para agasajarnos y nutrirnos el cuerpo porque para nutrir el alma nos
entrega su compañía y sabios consejos… ah, pero no crean que todas sus bondades
la hacen un ser de carácter débil… Ella es tenaz y muy determinada a la hora de
actuar, sobre todo si se trata de proteger y defender a quienes ama.
La energía caprina, que ya se empieza a sentir por estos lares, soluciona
conflictos familiares y facilita la unión afectiva. Es un llamado para sanar
todo tipo de relaciones y reparar afectos: Amistades rotas, separaciones
violentas o alejamientos sorpresivos. Un tiempo para perdonar y perdonarse…
Lavar heridas, quitar vendajes y entregar cuidados y cariños a todos y
especialmente a nosotros mismos. No podemos negarnos los automimitos durante
este periodo.
La cabra es muy sutil, delicada y al revés que el caballo ella nos removerá
suavemente, como quien mece la cuna del bebé, pero con firmeza, porque como
todo enviado del cosmos viene a despertarnos.
Podrás sentir que todo pasa muy lento, como en una película ralentizada… y
es que ella viene también a enseñarnos la calma… a ser pacientes y no querer ver
resultados inmediatos en todo.
No es un año de mucha actividad sino de introspección. Un tiempo de mirar
hacia adentro y revisar como hemos caminado en los últimos años. Descubriremos
cuanto hemos crecido y quizás lo contrario… cuanto hemos retrocedido… pero no
importa, lo valioso es que buceando en nuestra propia e ilimitada profundidad sabremos
donde estamos y desde ahí podemos partir. Esa es la clave de este año caprino…
Empezar una nueva vida, de forma más honesta y verdadera, viviendo desde la
esencia, dejando atrás las manifestaciones egoicas.
Si te atreves a montar sobre el suave y delicado lomo de la cabra y a
dejarte llevar lento, lentito por los caminos de la vida alcanzarás tu máximo
aprendizaje 2015: la calma y la quietud… Sí, porque solo en la inacción puedes
llegar hasta el fondo de tu ser y escucharte, descubrirte y amarte para poder
salir al mundo nuevamente como un ser renacido, con otra mirada, con otras
motivaciones, viviendo al compás de los latidos de tu corazón.
Parece simple pero no lo es porque en un mundo tan estresado nos cuesta hacer
pausa, aquietarnos… solo para sentir que estamos aquí, en el ahora.
Entonces ¡A vivir con mayor consciencia, más conectados y felices!
Feliz Año Caprino para todos mis queridos lectores…
En Amor y Conciencia.
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