Los rituales nunca pasarán
de moda porque son la forma que tenemos de plasmar energías en el Universo para
seguir alimentándola con el pensamiento y poder materializar nuestros deseos.
Luna Llena eclipsada en
Aries llama a cerrar un ciclo en el tema de nuestra propia identidad y en la
forma como nos relacionamos. No sirve perderse en el otro para mantener una relación.
El otro extremo es no dar cabida al otro.
Aunque no hay recetas para
el amor porque cada cual ama como le brota del corazón, si hay una única forma
de amor: incondicional. Si el amor pone condiciones, no es amor.
Lo que muchos llaman amor
es simple apego del tipo “Te quiero mi amor, no me dejes solo, no puedo
estar sin ti, mira que yo lloro…”
Intentar llenar una carencia no es amor. Tampoco lo es estar con alguien por
necesidad o por miedo a la soledad. Mucho menos buscar a alguien porque socialmente
es mejor visto estar acompañados que solos.
La luz de este nuevo
tiempo es tan poderosa que se perciben a simple vista los fallos en las
vinculaciones y este eclipse llama a equilibrar relaciones de todo tipo. Ante
todo se impone la integridad, respeto mutuos y sobre todo la honestidad. Ahora
solo existe una forma de relacionarnos y es desde el alma.
Nadie puede amar si antes
no ha aprendido a amarse completamente. En el ritual anterior dimos el primer
paso hacia un amor propio y ya muchos han elevado sus conciencias al estado de
amor por si mismos y están listos para poder amar en plenitud a otros.
Con este ritual nos
encaminamos hacia el amor verdadero y aprender a amar desde el alma y no con la
mente o el cuerpo como es lo común… y al amor es hacia toda la humanidad y no
solo a alguna persona en especial porque eso es querer.
Amar implica apertura,
aceptación, comprensión, compartir, comunicación, apoyo mutuo e
incondicionalidad… Si quieres amar debes estar dispuesto a vivir con honestidad
este tiempo luminoso que no deja espacio a las oscuridades.
Haremos este ritual en
cualquiera de los siete (7) primeros días del eclipse (8, 9, 10, 11, 12, 13 y 14
de octubre) a cualquier hora y en cualquier lugar en donde podamos tener unos
minutos de paz.
Es simple porque solo
necesitamos una pequeña vela rosa de cualquier tamaño o forma que simbolizará
la luz de la conciencia. La encendemos y nos erguimos muy derechos mirando
hacia el cielo y abriendo los brazos en cruz como signo de apertura del
corazón. Respiramoss con conciencia inhalando y exhalando profunda y lentamente
unas 7 veces.
Imaginamos como desde el
cosmos infinito bajan rayos de luz multicolor que penetran en la zona de
nuestro corazón y lo limpian de energías tóxicas… Experimentamos como van quitando la
rabia, viejos rencores, recuerdos inútiles, nostalgias innecesarias, pasiones
añejas… sentimos como poco a poco sin esos pesos nos vamos aligerando y empezamos a
percibir como estos rayos luminosos cubren y bañan nuestro corazón con energía pura
y cristalina… Nos estamos recalibrando… Nuestro corazón ha comenzado a vibrar más alto
y empezamos a sentir que habitamos en una dimensión superior… y estamos
ascendiendo porque nosotros vamos siempre donde el corazón nos lleva…
Cerramos así el ciclo de
vivir en el desamor y entramos en la etapa del AMOR porque con esta
recalibración cordial podemos empezar a amar de verdad… Insisto que es amor
incondicional hacia uno mismo, hacia los demás, hacia el planeta, los otros
reinos y el Universo en general… Porque todo proviene del
amor y hacia el amor va… Somos
amor y debemos permitirnos manifestar nuestra esencia amorosa…
Terminamos el ritual con
los brazos abiertos hacia el cielo diciendo Gracias, gracias, gracias… y ya hemos
dejado atrás esa vida antigua con la vieja energía… hemos entrado a la vida nueva
con energía cordial…
Es todo amigos…
Les deseo una vida
maravillosa en la plenitud del amor…
En Amor y Conciencia.
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