El Sol se encuentra en Leo
mientras la Luna hace su llegada a Acuario… El Sol nos pide ir hacia el centro
mientras la Luna nos impulsa hacia la periferia… Esas son las principales
tareas de esta ruta evolutiva llamada vida.
Debemos ir hacia el
encuentro de nosotros mismos, conocernos, abrazarnos, amarnos infinitamente
para poder irradiar eso hacia fuera y conectarnos sanamente con los demás. Pero
cada vez se hace más difícil mantener relaciones sanas con los otros porque nos
relacionamos desde las carencias, desde lo que nos falta. Yo busco en ti lo que
a mi me falta. Cuando debería ser Yo encuentro todo en mi y lo comparto
contigo…
Y para eso haremos este
ritual… Sencillo, simple, como la Sabiduría misma.
Es tan solo detenernos
para hacer consciente que llevamos iniciado un proceso de sanación colectiva
pero que también podemos sanarnos individualmente.
Vamos a sanar nuestros
corazones para poder AMAR –así, con mayúsculas– y no seguir enroscados en
historias de suplir las carencias propias y ajenas. Despertaremos suavemente el
centro cordial que tiene la capacidad de DAR amor incondicional e
ilimitadamente y así podemos empezar a mirar el mundo con otros ojos… con los
ojos del corazón.
Habiendo creado un espacio
de calma y armonía en la noche del 31 de julio, en el silencio de tu habitación
pide perdón a tus ancestros… a todos los que estuvieron aquí antes que tú y
dejaron una huella que has seguido. Hónralos, bendícelos y agradéceles
encendiendo una velita de cualquier color para que lleve luz a todas las almas
que han colaborado en tu crecimiento. Tu madre y tu padre, tus abuelos,
bisabuelos y los que estuvieron antes, han dejado alguna herida en ti y tú en
ellos. No te culpes, es parte del aprendizaje de vida. Ellos hicieron su aporte
desde lo que pudieron y no está en nosotros juzgar su tarea.
Vamos a sanar todas las
creencias que nos entregaron y que nos han alejado de nuestro crecimiento.
Sanaremos el machismo en que fuimos educados (porque nuestras madres y abuelas
fueron muy machistas sin siquiera darse cuenta), sanaremos la necesidad de
buscar que otro nos complete y nos haremos conscientes de que nacimos ya
completos, somos enteros y llevamos dentro la semilla de la plenitud. Sanaremos
el egoísmo, ese que nos hace poner la atención en lo que recibimos más que en
lo que damos… Sanaremos el alma.
Consigue una piedra de amatista
o un cuarzo rosa… si no los tienes busca una piedra común y corriente de esas
que están tiradas en la calle o en la playa. Nadie sabe cuando nace una piedra
pero sabemos que estuvo desde antes que tú y todos tus ancestros en este
planeta. Una piedra ha sido montaña, luego roca, más tarde piedra, para
volverse guijarro y terminar como arena o polvo en esta Tierra. Esa piedra
lleva en si misma la memoria de nuestra historia como humanidad y a través de
ella puedes sanar toda tu generación hacia delante y hacia atrás… porque la
piedra seguirá estando aquí cuando tú tengas que partir.
Si eres artista escribe
sobre la misma piedra, si no, escribe en un papel todo lo que esperas sanar con
esta generosa Luna Azul y envuelve tu piedra en ese papel. Luego empúñala en tu
mano y repite 7 veces:
Poderosa y sanadora Luna Azul, pido
que sanes a mi planeta y a todos mis ancestros de las heridas que llevamos en
el alma y que nos impiden amar. Esta es mi ofrenda para que en futuras
generaciones podamos relacionarnos desde el corazón y practiquemos la maravilla
de dar, darnos y ser felices…
Así es y así será…
Hecho esto pon la piedra
al lado de la vela y apenas amanezca busca un lugar donde enterrarla, puede ser
en el jardín, en una maceta o si vives en la costa puedes simplemente lanzarla
al aire o arrojarla al mar… Esa piedra ya conserva todo la energía sanadora que
le has puesto ayudada por la luna azul y cada persona que la toque podrá
sanarse a si misma y a todas sus generaciones…
Eso es todo queridos
lectores… Solo me queda invitarlos a reflexionar lo siguiente: ¿Se imaginan si
cada día eligiéramos un momento para estar conscientes y tomar una piedra, una
semilla, abrazar un árbol o tomar entre las manos un poco de agua de río o mar y repitiéramos 7 veces la invocación sanadora?
Impregnaríamos el planeta entero del poder curador de muchos y una luz sanadora
envolvería a la Tierra… ¿Por qué no hacerlo?
Y con esto me despido
enviándole un abrazo luminoso y azul a todos, agradeciendo el poder contar con
ustedes para continuar juntos sanando el alma…
En Amor y Conciencia.
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