No es casualidad que justo
cuando el Sol completa su viaje por la banda zodiacal, en el 29º de Piscis, se
produzca este eclipse total y a las pocas horas iniciemos el equinoccio de
Primavera en el lado Norte del planeta y de Otoño en este cono sur tan querido.
No, nada es casualidad, todos los acontecimientos de la vida obedecen a una
perfecta sincronía universal y, como siempre les comento, el cielo nos habla,
siempre está trayendo mensajes maravillosos que pocos –y no siempre– están en
capacidad de descifrar.
Ahora el cielo nos avisa
que se cumplió el plazo y estamos ya viviendo en dimensiones superiores. Abandonamos definitivamente
la vibración pisciana que nos acompañó por más de dos mil años y estamos ya
vibrando más sutil y alto porque estamos sintonizados con la energía de la era
de Acuario. Por eso todo nuestro pasado se disuelve ante nuestros ojos… Muchos
amigos se quedaron atrás. Personas, lugares, experiencias, sensaciones y sueños
ya no van más… Todo ha cambiado porque energéticamente no somos los mismos y
hemos perdido la capacidad de conectar con esas viejas energías. Nos sentimos
algo extraños, pero no hay dolor… solo esa sensación de estar como perdidos,
como recién llegando a un mundo nuevo donde no sabemos como nada funciona… Tal
vez la primera vez que encarnamos en la Tierra nos embargó la misma sensación…
Tanto por descubrir, tanto por vivenciar…
Como recién nacidos, llegamos
sin caretas a estos espacios de luz. Ansiosos y rebosantes de energías lo exploramos
todo porque cada cosa se presenta ante nuestros ojos como algo nuevo. Una luz radiante
lo ilumina todo, nada podemos enconder y sentimos como vibra nuestro centro
cordial.
Nos hemos limpiado para
llegar a este estado de purificación que nos permite vibrar más alto. Han sido
36 meses de aclarado, centrifugado, secado y recalibrado… Un tiempo que nos
volvió hacia adentro para encontrarnos con alguien que habíamos perdido:
Nosotros mismos. Hemos aprendido a conocernos, aceptamos nuestra dualidad, que
somos yin y yang y nos abrazamos. Experimentamos una depuración total y
soltamos todo aquello que no somos para conservar solo a ese SER que de verdad
somos.
Estamos de verdad
iniciando una nueva vida y así como en año nuevo nos llenamos de propósitos y
deseos, en este recomenzar de la vida podemos sembrar las semillas de lo que
queremos SER en realidad. Tenemos la oportunidad de rearmarnos, de
reinventarnos y podemos reconstruirnos como siempre soñamos. Ya somos
conscientes de nuestro poder de manifestación y es hora de crear nuestro propio
Universo. No dejes que divague tu mente. Ponle conciencia a cada pensamiento y desde
ahora cédelo el mando a tu corazón: él si que sabe pensar bien.
Y desde ahora te alineas
con ese estado de Gratitud que siempre estuvo latente dentro de ti y empiezas a
vibrar en agradecimiento eterno. No solo por esta gran oportunidad que nos
regala el Cosmos sino por todo lo vivido, lo por vivir y por cada instante en
este mundo. Vivir en Gratitud es la llave secreta que te permite ascender en niveles de conciencia.
Así que a todos los que
esperaron pacientemente el cambio les aviso que el cambio llegó y a quienes
temían la llegada del fin del mundo se les comunica que el mundo se acabó y que
estamos en un Mundo Nuevo, uno que todos juntos construiremos y, aunque suene
utópico, es un mundo sin egoísmos, ni vanidades, sin abusos de poder y
mezquindades porque esa baja vibración no resiste vivir aquí.
A todos mis queridos
lectores les doy la bienvenida a esta nueva vida y les deseo que osen cumplir
sus sueños…
En Amor y Conciencia.
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