Si en algo puedo
considerarme buena y que casi he desarrollado una maestría es en el arte de
decir No.
Nadie me enseñó a decir
NO, tampoco tuve que aprenderlo. Simplemente he fluido desde el corazón desde
niña y si algo no me gusta lo digo y si no quiero hacer algo no hay fuerza que
pueda obligarme… fue así que cuando tenía 2 años y mis padres se fueron a vivir
lejos, yo me colgué del cuello de mi abuela y les dije a mis progenitores
“Quiero estar con mi Abue”… ellos lo comprendieron y se aliviaron…
Nunca he podido
entender porque la gente es incapaz de
decir que NO aún en las cosas más simples. De pronto los invitan a lugares, y
aún sabiendo que no irán dicen que si para después llamar el mismo día de la
invitación inventándose una jaqueca o un principio de resfrío… Otras veces les
piden un favor y se comprometen a hacerlo para luego hacerse los olvidados…
Dicen que las reglas de
buenas costumbres y urbanidad son las culpables… y puede ser… pero yo también leí
el Manual de Carreño y varias veces (las monjitas del cole me obligaban a
leerlo cuando me enviaban castigada por alguna de mis “irreverencias”) y creo
que sin faltar a la caridad, al pudor o a la educación uno puede decir que NO en todas las circunstancias…
Decir que NO cuando no
quieres hacer algo es hacerte justicia y amarte. No existe nada más
desagradable que sentirte forzado a hacer algo y no imagino cuanta energía
debes usar en ello. En cambio cuando fluyes desde el alma, no debes gastar tu
energía sino que por el contrario, recibes mucha más como regalo.
Propongo en estos días
practicar la di NO terapia para aligerarnos y no quedar presos de energías ajenas
como sucede cada vez que te fuerzas a ir contra el fluir natural de tu chi…
Si no vas a hacer algo
dilo. Si no quieres ir a algún lugar, no vayas. Si no estarás presente en tal o
cual evento hazlo saber sinceramente para que los demás no cuenten contigo. A
veces nos comprometemos y al fallar perjudicamos a otras personas pudiendo
evitarlo con un no dicho a tiempo.
¿Por qué cuesta decir que
no? Simplemente porque no quieres desagradar a otro, pero si miras la situación
terminarás desagradándolo igual, solo que quedarás como un/a mentiroso/a…
Piénsalo.
¿Por qué tendrías que
estar obligado a hacer lo que hacen los demás? Si todos van a fiestas y a ti no
te gustan eso no te convierte en mala persona, simplemente te hace diferente y
eso es muy valorado en estos tiempos. Si no disfrutas de las multitudes y no
quieres asistir al recital al que te han invitado, expresa agradecimiento por
la invitación y comenta que las muchedumbres te ponen mal ¿Es eso tan terrible?
Y si evitas estar cerca de
algunas personas, estás en tu derecho. Nadie puede obligarte a alterar tus
vibraciones ajustándolas a otras –que generalmente son más bajas– por estar
cerca de gente con la que no tienes nada en común. Se íntegro, algo que el
Universo sabe recompensar muy bien.
Decir que NO te hace libre.
Decir que NO te hace libre.
Date el gusto de ser tu
mismo. Hazte el regalo de la honestidad que es la energía que nos regala este
tiempo. Pasa la gran prueba dosmilcatorceana expresando tu verdadero sentir y
aprende a decir que no sin culpas. Después de un tiempo te darás cuenta de lo
saludable que puede llegar a ser practicar la di No terapia…
Me®
Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
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