Comúnmente se cree que
Alma y Espíritu son lo mismo… Ambas son energías luminosas pero su origen es
diferente.
El Espíritu proviene del Creador, la Fuente, Gran Padre/Madre, Dios o como
quieras llamarle. Es la chispa divina, tu energía luminosa, tu impronta, la
esencia misma de tu Ser…
El alma
es un traje energético que nos presta la Tierra cuando llegamos a habitarla. Es
como un uniforme que todos los humanos llevamos durante nuestro viaje
terrestre… y al partir se lo devolvemos al planeta.
El Alma nos hace parte de
un colectivo y el Espíritu es individual, único. Tu sello energético.
La mayor parte de la gente
llega a desarrollar su estado álmico y es capaz de sentirse parte de este todo
llamado humanidad… pero muy pocos logran conectar –y sobre todo desarrollar–
esa chispa divina que les habita hasta llegar a transformarla en una hoguera.
Sin espíritu y sin alma
somos seres gobernados solo por el instinto y también de eso hay mucho en el
planeta aunque algunas enseñanzas dogmáticas difieran de ello. Las cárceles
están llenas de seres dominados por su fuerza instintiva, que no logran
conectar con su alma y mantienen su espíritu dormido.
De todo hay habitando en
este bello planeta… es una escuela y como tal tiene todos los grados o niveles
de cursos… Los seres más básicos (pequeñines del kínder) son quienes vibran aún
muy bajo porque no han alcanzado a experimentar lo suficiente para
desarrollarse. Están los intelectuales (de cursos medios) quienes han aprendido
mucho, pero desde la mente y vibran un poco más alto. Luego vienen los
conscientes (Universitarios) que somos nosotros, los que estamos recién
despertando nuestras conciencia y dejando atrás el sueño maya… Hay otros que
vibran más alto y están en postgrados académicos y son los que predican con el
ejemplo. Están los de MBA que ya diríamos que se han consagrado como Maestros y
podríamos seguir hasta llegar a Seres Galácticos…
El Espíritu es propio, es
nuestra esencia y donde se conserva la memoria de todas las encarnaciones.
El alma también tiene
memoria, pero es una memoria colectiva. Todas las experiencias que vivimos como
humanidad están registradas en el alma de la Tierra… Recuerdos ancestrales que
todos tenemos… Memoria genética le llaman los científicos… Registros Akáshicos
los esotéricos…
Con el Alma
somos todos uno… y en el espíritu Yo soy…
A quienes no han podido
conectarse con su alma les llaman “desalmados” porque carecen de la empatía necesaria
para comunicarse con el entorno y son gobernados por enormes egos. Están en una
conciencia de sobrevivencia y tienen como única meta conseguir pan techo y
abrigo para cada día… y nada más…
Quienes logran conectar
con su Alma desarrollan la compasión
y es cuando podemos sentir, vibrar con los otros seres… lo que te sucede a ti
me alegra o entristece… siento tu gozo y tu dolor… es la conciencia de
compasión…
Y bueno… vivir en el
espíritu es para esos pocos grandes que hemos conocido… el Buda, el Cristo, y
otros con menos fama pero que también lograron hacer crecer dentro de si la
Chispa Divina…
El Espíritu solo es
individual. En el nivel 3D en que estamos nosotros, no existe el espíritu
colectivo… Estamos recién aprendiendo a desarrollar nuestra propia chispita de
luz… En otros niveles superiores si hay colectividad espiritual y es algo tan
difícil de explicar que lo dejaré para otro post.
La parábola de los
talentos relatada por Jesús se refiere justamente a este regalo que nos han
dado: la chispa divina y a la que tenemos por misión hacer crecer… Si
hubiese más conciencia en la Tierra bastarían solamente unas pocas
encarnaciones para desarrollar tanto esa luz que ya no cupiera en el planeta y
siguiera evolucionando en la Galaxia, en el Universo y en Multiversos… pero
estamos tan dormidos que nuestro proceso evolutivo es muy lento… Necesitamos
millones de encarnaciones para lograr despertar y otras miles más para
evolucionar.
Es el Alma quien mantiene
en su memoria todas las heridas vividas desde que fuimos piedra iniciando la
evolución desde el reino mineral y luego pasando por los otros reinos, hasta
adquirir algo de conciencia… Por eso bauticé a este Blog Sanando el alma porque hay tanto para sanar dentro de cada uno de
nosotros…
El Espíritu, en cambio es
intocable, para él todas las experiencias son aprendizaje y conserva intacta su
inocencia… No sufre ni se lamenta… Vive en constante alegría y aceptación por
eso es eterno…
Bueno, queridos lectores,
espero haber respondido la pregunta que me hicieron la semana pasada.
Un abrazo a todos.
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