Este año el Tarot nos
invita a vivir nuestro aprendizaje iluminados por la energía del Arcano 9 ‘El Ermitaño’.
Un año para rescatar desde
dentro de cada uno la Sabiduría, desarrollar la virtud de la paciencia y vivir a
plena voluntad.
En esencia somos todos sabios.
Llevamos en el alma la sabiduría adquirida durante tantas encarnaciones vividas.
Pero la mente –Ego– nos mantiene engañados haciéndonos creer que la única
sabiduría posible es la que puede entregarte ella almacenando conocimientos que
muchas veces no sirven de nada. Estamos repletos de datos que ingresamos solo
para fortalecer nuestro ego porque te sientes muy bacano demostrándole a tus
amigos que conoces las medidas exactas de la carretera austral, la ecuación de
la composición del Sol o quien ganó el primer mundial de futbol…
El arcano 9 del Tarot es
‘El Ermitaño’ un anciano que toma la opción de vivir retirado del mundo
aburrido quizás de la vida mundana que rinde honores al ego y por ello olvida
su alma.
Este anciano se ha divorciado
de su ego a tal punto que no le importa pero ni un ápice lo que opinen de él y
muchos le llaman loco, otros le atribuyen actos terribles porque vive alejado
del mundanal ruido, sin radio ni televisión, rodeado de algunos libros –quizás
los ermitaños de hoy tengan un computador para escribir, leer o investigar los
temas que le apasionen– y como compañeros tiene a algunos perros, conejos, los
pájaros a los que alimenta al amanecer y come frutos secos, legumbres y
verduras porque rechaza el acto de violencia que le significa matar a un animal
para alimentarse.
No goza de mucha
popularidad ya que siempre dice lo que piensa y siente, cosa muy mal vista aún
en esta época… Se ha quitado la mayor parte de las máscaras que construyó como
ego y solo recurre a ellas en caso de necesidad. No es muy parlanchín. Cuando
acude al almacén donde compra sus víveres habla lo justo y se retira sabiendo
que a sus espaladas es la comidilla de todos los lugareños.
El Ermitaño es un Mago
reinventado. Un día despertó, salió a conocer el mundo y aprendió tanto de la
vida, de las personas, del alma humana que decidió crear su propio mundo y así
abandonó el sistema para vivir de manera que complace a su alma y disgusta al
ego.
No es una persona huraña,
aunque tampoco es un romántico que va sonriendo y cortando flores para su amor
platónico. El Ermitaño tiene los pies muy puestos sobre la Tierra y su cabeza
en lo divino…
Este hombre vive sus días
muy conscientemente en su vida ha decidido ser el jinete y no el caballo.
La lámina que lo representa lo muestra llevando una lámpara que es la luz de su conciencia iluminando el camino suyo y el de los demás... El es un guía.
Bueno ¿Y? Vamos al punto
¿Qué significa vivir un año bajo la influencia de
El Ermitaño?
Vivir un año con la carga
energética del Arcano Nº 9 de El Tarot es un tiempo de pausa y reflexión. Es
retirarse un poco de la vida (no necesitas irte a una montaña o lejos de la
cuidad) en tu vida cotidiana puedes sentirte motivado a hacer un retiro de lo
mundano y no salir de copas o ir al estadio tan seguido… Es una necesidad del
alma de encontrarse contigo por lo que no tendrás que hacer esfuerzos para
hacer ese retiro sino que tú mismo crearás esa pausa para silenciarte… y
escuchar-te
Puede que decidas estudiar
para aprender eso que hace tiempo te está gustando y quieras convertirte en
Coaching, terapeuta, sanador, tarotista o astrólogo… El Ermitaño siempre
necesita integrar conocimientos ancestrales que le ayuden a aflorar la
Sabiduría que esconde dentro de si.
Ser un Ermitaño requiere
de mucha valentía. Se precisa una buena dosis de valor para abandonar un
sistema tan cerrado y celoso comenzando a buscarse la vida, sin un trabajo que
lo empuje a levantarse cada mañana, sin un jefe que lo tenga bajo presión… sin
una esposa que le gobierne sus días… Sin que nada en el afuera lo impulse a
moverse… Por eso este es el año para rescatar nuestro coraje que yace durmiendo
desde hace mucho para empezar a vivir valientemente.
Tenemos 365 días para
cuidar la salud alimentándonos conscientemente ya que este viejo sabio come
para nutrirse, otro poco para disfrutar, pero nunca para castigarse o
destruirse.
Sería ideal pasar muchas
horas al aire libre. Caminar en presencia, sin llevar puestos los audífonos, ni
watsapeando… solo caminando en presencia aquí y ahora…
Un Año repleto de
aprendizajes y quizás nos toque guiar a otros…
Les deseo a todos ustedes,
mis ilustres lectores un 2016 maravilloso, lleno de alegrías, crecimiento, amor
y mucha consciencia…
Abrazos afectuosos para
cada uno…
En Amor y Conciencia.
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