Todos conocemos
a alguien que llega a un lugar y parece
que el ambiente se iluminara y todo se carga de energía y entusiamo. Son esas
personas que solemos llamar “espirituales” y que son quienes inspiran al resto
con el solo hecho de mirarlos o estar cerca.
La luz de una lámpara
se propaga muy rápidamente en medio de una habitación a oscuras y así mismo la
luz que emiten algunos seres se expande a su alrededor influenciando a las demás.
¿Por qué sucede
esto? Porque estas personas están vibrando en una frecuencia más alta y su
magnetismo es tan poderoso que hacen que los otros se peguen a ellos como a un
imán. Todos quieren estar bajo el aura luminosa de estas personas porque es un
modo de alimentarse espiritualmente.
La luz es
conciencia y estos seres al estar más despiertos han desarrollado su propio
estilo de vida y para muchos representan el ideal, lo que anhelan llegar a ser
y así, inconscientemente se van tranformando en maestros o guias que iluminan
la senda de los demás… El verdadero maestro es aquel no se propone enseñar nada
a nadie como hacen los falsos maestros, sino que por sus acciones y ejemplo
hace que los demás lo sigan.
Otro factor que
atrae poderosamente a la gente hacia ellos es que parecieran vivir en una
felicidad constante… Jamás los escuchamos quejarse de otros, o de la vida, ni
siquiera del clima, ellos simplemente viven y disfrutan… Un iluminado se toma
la vida con calma. Sabe que se ha anotado en este cursillo llamado vida, solo para
aprender y que todo lo que vivencia no son más que lecciones así que
dificilmente lo verás pegado en un drama o atormentado porque la novia lo dejó
o desesperado porque lo corrieron del trabajo. Tomará cada experiencia como eso
justamente y pasará la prueba hidalgamente y no culpará a nadie de sus derrotas
ni se vanagloriará de sus éxitos.
Conozco a unas
cuantas personas de estas a las que yo llamo “inspiradoras” porque te impulsan hacia lo alto con solo mirarme a los ojos y sonreir…
Son personas que no hacen nada para llamar la atención porque no necesitan
hacerlo, la luz se impone por si misma… Están muy lúcidos y abiertos a las
nuevas ideas y tienen la humildad para aprender también de los demás… Ellos se han perdonado
y reconciliado consigo mismos por errores del pasado y caminan libremente sin
ataduras kármicas.
Me pregunto si
Jesús, mi maestro predilecto, viviera en estos tiempos ¿Cómo sería? Lo imagino
siempre alegre, para nada bonachón, de carácter firme y las ideas claras… Noble y respetuoso de los espacios ajenos... Poco dado a las
palabras pero si a la acción… en fin.. hablar de Jesús es material para otro
post, porque este se termina aquí.
Un abrazo mis
queridos amigos lectores y sigan, no se cansen de buscar la luz…