Ha sido emocionante llegar
hasta esta etapa. Iniciamos el segundo semestre del año después de un periplo muy
sanador por la primera mitad de este serpenteante 2013.
Aunque las energías siguen
estando muy mezcladas y aún no sabemos diferenciar lo que pertenece a las
ruinas del viejo mundo de las energías que salen a encontrarnos desde el nuevo
mundo, nos sentimos tranquilos y a la vez ansiosos… con nuestros corazones
henchidos por la emoción de estar aquí, a pesar de tener el alma un tanto
magullada después de haber quitado a jirones varias capas de ego, pero estamos vivos, en toda la extensión de la
palabra.
Y para los que creen que
llegaremos a algún lugar físico lamentaré decepcionarlos porque así como el
viejo mundo estaba construido por energías, el nuevo mundo también lo está y se
vive sintonizando con las frecuencias de una dimensión superior… y viene con un
plus: lo creamos nosotros mismos con
todo el potencial de que disponemos hoy para vivir esto desde la conciencia, que
es donde ocurre todo.
Mucho de la desorientación
que nos invade es porque estamos perdiendo -literalmente- la razón, ya que hemos
estado activando fuertemente el lado derecho del cerebro y nos sentimos más
conectados al alma y la emoción… nos motivamos a hacer cosas distintas porque la
creatividad anda suelta.
Hoy nos toca convertirnos
en arquitectos para construir la maqueta de nuestro hogar soñado; escultores
para dar forma a nuestros ideales, pintores para colorear cada uno de esos anhelos,
artesanos para pulir cada detalle ensoñado... Hoy nos hacemos cargo de nuestra vida y nos toca crearla… Nos hemos
convertido en adultos. Atrás se quedaron las viejas estructuras en donde la
humanidad se sostenía y en donde éramos como pequeños niños que necesitábamos
una mano que nos guie. Acabamos de graduarnos y empezamos a fluir… todo lo vivimos
desde dentro y nos lanzamos hacia la gran aventura de cumplir nuestro contrato
álmico, ese que ha quedado impreso en el Universo.
Todos estamos aquí por
alguna razón pactada de antemano y lo que vivenciamos es parte del aprendizaje
que elegimos hacer individualmente y de manera colectiva. No hay casualidades
ni premios ni castigos… Todo ocurre de un modo sincrónico y perfecto.
Todavía nuestro cuerpo no
se adaptó del todo a las nuevas energías y a ratos nos sentimos mareados, como
si tuviéramos un pie en el viejo mundo y otro en el Nuevo… y así mismo es. Nos
encontramos entre las fronteras de los dos mundos y sus respectivas vibraciones
son tan disímiles que no es tan fácil pasar de una a la otra. Y mientras seguimos
creciendo, madurando, despertando… creando conciencia en este viaje que no por acontecido deja de ser maravilloso…
Seguimos acompañándonos en
este proceso amigos lectores y mantengan la confianza intacta porque se vienen
tiempos de mucha luz…
Me®
Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
2 comentarios:
Bellooooo... como todas tus notas Mer.
Muchas gracias.
Javi
Hermoso!!! Mil gracias!
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