El bello y ágil colibrí
–también llamado picaflor– además de ser un pájaro amado por todos posee una
alta vibración y solo pueden apreciarlos quienes vibran en su misma tonalidad.
El colibrí es sin dudas un pájaro hermoso. Su historia permanece ligada a
grandes culturas que les atribuyen la cualidad de haber sido creado por los
dioses como un mensajero entre las almas vivas y las desencarnadas.
Se han elaborado tantas historias referentes a este preciado ser que
incluso existe el mito de que este pajarillo es la manifestación corpórea de un
ángel… Lo cierto es que esta sutil ave llega a los espacios batiendo ágilmente
sus alas purificando, sanando y armonizando el ambiente, así como las vibraciones
de quienes lo habitan.
Una de las características del picaflor es la rapidez con que agita sus
alas y solo quienes han podido mirarlos de cerca pueden dar fe de su movimiento
es tan rápido que asemeja las hélices de un avión. Pareciera que en cualquier
momento cruzarán hacia otra dimensión con su potente batir de alas… o que viene
desde allá…
La belleza del Colibrí está también en la gran variedad de colores que
poseen sus plumas. Los hay verdes, rojos, azules, morados, blancos… aunque los
más populares son de color verde brillante y grisáceo… Eso también influye en
el ambiente en que se desenvuelven ya que a estas alturas para nadie es un
secreto que los colores son energía y como tal influencian los ambientes.
Si ves a un colibrí rojo te está anunciando que has perdido el entusiasmo y
debes recuperarlo. Si ves uno morado te está invitando a la transformación, uno
blanco te traerá paz… uno azul te ayudará a la meditación. Pero siempre ellos
nos están mostrando que existen otros espacios, otros lugares (dimensiones)
donde todo es distinto. Ellos son promotores de la diversidad y enseñan que no todo
tiene que ser igual, parecido o parejo, que hay una gama infinita de tonalidades, formas, colores, aromas, vibraciones…
Se sabe que la gran mayoría de los animales son capaces de percibir las
energías por donde pasan y ellos buscarán siempre situarse en espacios llenos
de armonía. Sería raro ver a un colibrí en ambientes desordenados, poco
armónicos y en donde las personas emitan bajas vibraciones. En cambio los
podemos ver donde reina la alegría y el entusiasmo. Donde hay amor por los
demás, por el entorno, por la vida y sobre todo por la naturaleza.
Tú puedes invitar a esta preciosa ave a visitar tu casa. Solo basta con
preparar un delicioso jarabe azucarado o comprarlo en tiendas especializadas y
ponerlo en medio del jardín, camuflado entre tus plantas en una botella
decorada con flores artificiales… ellos vendrán.. Si tú los llamas con tu mente
ellos sintonizarán con tus pensamientos… Pruébalo y verás…
Hay algunas leyendas respecto al colibrí, la más conocida es El Cuento del Colibrí.
Y les confieso que soy fan de esta sutil ave... Admiro su belleza, sus
colores y la agilidad con que se desplazan de un lugar a otro. Los veo siempre
en mi jardín y me tienen enamorada…
Eso es lo que puedo entregarles acerca de esta avecita que se dice es
sagrada…
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