No importa de donde vengas ni hacia
donde vayas, la sociedad en donde creciste te ha inculcado como un gran “valor”
la competencia. En el colegio se fomenta la necesidad de competir comparando a
los alumnos con el resto y las notas son la meta que no permiten que olvidemos
que debemos ser los más listos, los mejores. No se si existen deportes en donde
no se compita y acaben con un ganador y un perdedor…
Esto de competir genera también
mucha inseguridad porque no siempre estamos preparados para ser mejores que el
resto. Si somos buenos para las letras difícilmente lo seremos en matemáticas y
si somos buenos deportistas, no somos tan buenos con el intelecto… Cada persona
viene con sus talentos y querer equipararse con el resto puede ser nuestra
perdición… Sí, suena dramático, pero nos perdemos porque nos alejamos de
nuestro camino, de ese esbozo que traíamos al nacer y se manifestará como
descontento, ira, depresión… y nadie puede llamarse exitoso si gana un sueldo
millonarios y es muy popular, pero debe asistir al psiquiatra 2 veces por
semana y empastillarse para soportar ese ritmo… nadie…
Competir siempre nos aleja de
nuestra esencia y de nuestra misión acá en la Tierra. Nos deslumbramos por lo
que hacen los demás y queremos usar esa formula ya probada… Si le resulta a ella seguro me resultará a
mi… piensan muchos… Y todos ustedes, queridos lectores conocen casos de
personas que han cruzado hacia la vereda del otro con escaso o nulo éxito.
Muchos quisieron imitar a la amiga, la hermana, el vecino o la señora de la
tele que ya tenían éxito, y no lo lograron.
Cada ser trae una misión para
desarrollar aquí en la tierra, un plan perfecto creado por si mismo para su
mayor crecimiento y evolución… Hacer la tarea de otros no sirve. Tampoco le
sirve al otro. Y querer entrar en la
tarea de los demás solo para demostrar que tú puedes hacerlo mejor solo le
sirve a tu ego para vanagloriarse… pero a tu ser, a tu evolución no le aporta…
y quizás le reste.
Si quieres evolucionar, hacer
crecer tu luz y permitir que sea tu SER quien gobierne tu vida y no el Ego,
céntrate en cumplir tu misión y no intentes competir ni compararte con nadie. Tú
eres un ser único, ni mejor ni peor que otros… Acepta tu caminar distinto y ama
la tarea que elegiste hacer.
Trabaja primero en conocerte y
descubrir tus talentos, tus virtudes, tus verdaderas capacidades y enfócate en
llevar a cabo ese plan que tú mismo trazaste para cumplir en esta encarnación.
No intentes competir con nadie
porque cada cual ha venido a contribuir con el desarrollo de este planeta y si
alguien descuida su labor se forma el desequilibrio que estamos viviendo hoy…
Y qué tal si desde ahora ocupas toda esa
energía que usabas en competir con otro en descubrir las cosas que te hacen
feliz y empezar a hacerlas. Te sorprenderás al ver los resultados… y sobre todo
de lo bien que te empiezas a sentir…
Entonces ahora te ocuparas
solamente de convertirte en una versión corregida y aumentada de ti mismo
contribuyendo en hacer de este mundo un lugar más agradable y placentero… Eso
es colaborar…
Me® Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
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