Hay historias de vida completas
que escribimos solo en base a especulaciones y son muchos los que hacen del
acto de suponer un estilo de vida.
Según la
RAE suponer es dar por sentada alguna cosa…
Todos vamos por la vida
suponiendo cosas que jamás nos interesamos por comprobar y damos por supuesto
que si la vecina hoy no me saludó es porque está molesta, porque me quiere
hacer sentir mal y –los más culposos– porque algo habré hecho que la molestó,
sin pensar que quizás esa persona hoy pasó junto a mi en estado de shock debido
a una mala noticia que acababa de recibir.
Hablar o actuar basándose
en suposiciones resulta un acto tan irresponsable como mentir… Faltamos a la
verdad cada vez que hablamos de algo que no hemos comprobado.
¿Te has preguntado por qué
practicas esa vieja costumbre de suponer?
Seguramente me responderás
que es heredada y te creo porque a mi me pasa lo mismo. Me crié en ambientes
donde se practicaba esta antigua costumbre y solía pasar muy malos ratos cuando
mi madre me cambiaba algún plan porque suponía que ocurría algo que solía
diferir bastante de la realidad… Hay que situarse en el tiempo en que las
comunicaciones eran más difíciles. No teníamos celulares, ni Tablet ni pc,
apenas un teléfono fijo en cada hogar… Y si alguien se retrasaba se suponía
que… si alguien no llegaba a una cita se daba por supuesto… y así… No había
muchas posibilidades de aclaración y conozco historias de parejas que rompieron
por no aclarar una suposición, familias que estuvieron separadas por años
porque de un lado supusieron algo y del otro también y, presos del orgullo,
ninguno buscó al otro para blanquear la situación.
Practicar esta vieja
costumbre es vivir muy inconscientemente porque nadie que pretenda tener una
vida espiritual puede vivir en base a especulaciones… aunque en la realidad hay
una gran mayoría que se cree sus suposiciones y sospechan que el vecino es gay porque
le gusta cocinar y lo comentan como un hecho comprobado agregándole uno que
otro adornito.
Todo conocemos esa vieja
corriente de hacer circular rumores, generalmente falsos, respecto a las
personas, a las situaciones y respecto a todo. Cuando nos tomamos la molestia
de averiguar casi siempre podemos comprobar que era solo un invento… ¿Crees que
vale la pena gastar tu energía con simples rumores? Nada mas improductivo y antiético
que basar nuestras conversaciones y decisiones en simples suposiciones.
La mejor forma de dejar de
suponer es primero confiar en uno mismo y luego en el otro para luego ir y corroborar.
Así de simple.
Cuando dejamos de suponer
y empezamos a averiguar las razones del comportamiento de los demás demostramos
equilibrio y madurez. Abrimos de par en par las puertas a la verdad permitiendo
que los demás ejerzan su derecho a expresar su propia realidad.
Para dejar de suponer
tendrás que vestirte de coraje y confirmar tus supuestos. No importa si no te
saludaron, si no responden tus correos, o no contestan el teléfono (excepto si
resulta obvio que buscan alejarse) averigua que sucede… Si alguien no te saluda,
salúdalo tú y a ver que pasa… si no obtienes respuesta a tu mail, llama, tal
vez el correo se fue a spam… y si no contesta el teléfono puede ser que esté en reuniones importantes o que haya decidido hacer un retiro de Vipassana...
A veces somos nosotros
mismos los culpables de echar a andar un rumor con comentarios poco claros a
los que los demás le agregan lo que suponen…
Es tiempo de dejar de
creer en rumores… Cuando digan “andan diciendo” pregunta “Quien” y verás que no
saben responder… Siempre averigua la fuente y sobre todo nunca des nada por
sentado. A veces las personas tienen las mejores intenciones pero incurren en
error de interpretación.
… y desde ya abandona esa
vieja costumbre de suponer. Porque ya fue… por eso es vieja, porque pertenece a
la energía que estamos abandonando… La nueva energía es de claridad, de
transparencia, de confianza…
Toda suposición, mientras no comprobemos que es una realidad seguirá siendo solo una fantasía... A no olvidarlo...
Toda suposición, mientras no comprobemos que es una realidad seguirá siendo solo una fantasía... A no olvidarlo...
Si reenvías este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
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