Fuimos educados en una cultura
que no acepta el error. Se nos ha privado del derecho a equivocarnos y eso
promueve la inseguridad ya que nadie se atrever a hacer cualquier cosa por
temor a errar.
Recuerdo hace no mucho haber
escuchado una conversación entre mis viejas tías refiriéndose a que mi vida
hubiera sido tan distinta si me hubiese equivocado menos… No supe si reír o
llorar al sentirme censurada por este tribunal familiar justamente porque esas personas
han llevado una vida sin errores, muy acertada para el párroco de la iglesia y
para muchas personas adoradoras de esa muerte en vida que es vivir dando gusto
a los demás… pero no para mi…
Pero ¿qué es un error? Errar es
simplemente ir por algo y obtener un resultado diferente. Es como enamorarte
hasta el tuétano e imaginar que harás tu vida con ese hombre para darte cuenta
luego que ese no era con el que compartirías tu vida… o poner azúcar en la sopa
y sal en el café… Error es una clasificación que tu mente da a una experiencia
que no obtuvo el resultado deseado.
El temor a equivocarnos es uno de
los causantes de la paralización, de no hacer nada. Sobre todo en mi país tan adicto
al enjuiciamiento y la crítica (Chile es Virgo) y donde existe una cultura del
chaqueteo (que consiste en tirar de la chaqueta hacia abajo al que sobresale
para nivelarlo con nosotros porque hay cierta exaltación de la parjeura o uniformidad) y
muchos, por miedo al chaqueteo no hacen nada, se quedan eternamente dando
vueltas en esa zona de confort creada por otros para tenernos ahí muy
controladitos y sin ganas de expresar nuestros talentos.
Según mi familia yo debería
llamarme Srta. Error porque me he equivocado tanto… desde muy pequeña cometí el
error de rebelarme en contra de la dictadura de mis padres, siempre buscando la
forma de mostrarles que educar no es lo mismo que domesticar. Luego en el
colegio me equivoqué luchando contra algunas de las arbitrariedades de las religiosas
y más tarde le erré al ir en contra de varias convenciones sociales que me
parecían tremendos ataques al SER esencial y he seguido cometiendo toneladas de
errores de todo tipo. Y eso es porque me he atrevido a salir de la pecera y
cuando veo el océano tan vasto me pierdo en las decisiones… de pronto he
querido hacer de todo… ir para acá y para allá también… he estado en los dos
extremos de una situación y puchas que he aprendido… de pronto en mitad del
camino descubro que debería haber tomado la otra opción y me agobio… se me hace
cuesta arriba… pero siempre vuelvo a empezar… y he partido de cero en varias
oportunidades y en distintas etapas de mi vida.
En una vida auténticamente
espiritual no existen los errores… todo es experiencia sabiendo que si hay
vivencias que debemos evitar como el hacer daño a los demás o destruir vidas,
ya sea de personas, animales o del planeta… un crimen es robar la vida a otro y
eso abarca cualquier tipo de vida.
Me he cruzado con muchas personas
que viven la falacia de no cometer errores… incluso algunas deslizan frasecitas
aludiendo que ellos son perfectas… Y claro que lo son, perfectas para la madre
que la educó así, pero para nadie más… y cada cual tiene su modelo de
perfección… y en ese grupo de personas perfectas que he conocido siempre hay
tanta preocupación por mantener ese rol de “doña perfe” que se olvidan de
vivir, de disfrutar… y no se como resisten toda esa presión… y sobre todo como
viven esa irrealidad que les permite creer que en su vida no hay errores, siendo
que esa misma visión que tienen de la vida puede ser “el” gran error… aunque
intento no juzgar porque quizás eligieron justamente venir a experimentar la
ilusión de perfección.
Así que, mi querido lector, borre
de su diccionario la palabra error… más bien cámbiele el sentido, ya no la
asocie con fracaso, frustración o debilidad sino con aprendizaje, con
experiencia y SABIDURIA… porque no sirve que tu madre o tu abuela te digan que
por ese camino no es, tienes que experimentarlo tú y sacar conclusiones propias…
de lo contrario no es tu experiencia, es la de otro y eso es parte de tu
conocimiento, pero no de tu sabiduría.
Por eso espero que en sus vidas cometan uno que otro error para que se vuelvan más y más SABIOS cada día…
Si reenvías este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
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