No se si es idea mía pero
hoy amaneció todo muy claro. Estoy mirando el paisaje en HD… Se ve todo tan
nítido… El aire está tan limpio como después de un día de lluvia… Me dicen que
estoy sugestionada… pero creo que es la nueva energía reinante.
Me sorprendí gratamente al
ver tanta gente interesada en este evento y tan dispuestos a recibir este
regalo que el cielo nos envió. Mi nota Eclipse Lunar y Cierre de Etapas tuvo
50.000 lecturas en tan solo un día… y eso es cosecha de Luna Llena que habla de
estar en sintonía con las fuerzas universales… A todos ustedes gratitud inmensa
por acompañarme en esta experiencia de blogera que empezó muy tímidamente y de
a poco se ha ido afirmando ¡GRACIAS!
A pesar de que la ciencia
da importancia los eclipses solo como un espectáculo, quienes viajamos por los
caminos de la espiritualidad siempre estamos mirando lo que sucede afuera como
una sincronía interior. “Como es adentro es afuera y como es afuera es adentro”
por lo tanto este –y todos– los eclipses ocurren dentro de nosotros para
movilizar procesos de apertura y cierre de etapas.
Eclipse significa
oscurecimiento y los hay de dos tipos:
1.- Solar, que ocurre cuando
la Luna se interpone entre la Tierra y el Astro rey, oscureciendo nuestro
planeta, como el del 13 de septiembre.
2.- Lunar, suceden en el
momento en que la Tierra se interpone entre la Luna y el Sol dejando a nuestro
satélite a oscuras…
El Sol representa al
espíritu, el Yo soy de cada uno de nosotros y la Luna es la psiquis, emociones
en nosotros y así como hace unos días la Luna impidió la llegada de la Luz
solar hasta nosotros para darnos un tiempo a solas, de reflexión… ahora nuestro
planeta eclipsa a la Luna dejándonos por algunos momentos completamente
irradiados por esta Luz resplandeciente… Verdaderamente hemos sido bañados, obsequiados,
cargados, calibrados, irradiados, bendecidos, acariciados, iluminados… Toda la
energía del astro rey iluminó a la Tierra y esa fuerza, esa potencia
permanecerá con nosotros por mas de medio año…
Ojo, que el Sol es
despertar, es consciencia, es sabiduría… y este beso del Sol a Gaia nos ha
regalado una cuantas unidades más de conciencia y por lo que no volveremos a
ser los de antes… Hemos crecido, avanzado, ascendido… Ahora vibramos en
alegría, optimismo, confianza, serenidad, valor, aceptación… Se despierta la
memoria y recordaremos a que vinimos a este bello planeta azul…
El eclipse fue con la Luna
en el signo de Aries y esa energía la llevamos todos dentro aunque estemos
identificados con Leo, Piscis o Sagitario por el hecho de haber nacido con el
Sol en esos signos.
Aries llama al autoconocimiento, a la autoafirmación, a reconocer nuestro valor y
defenderlo y no con ataques o berrinches de ego porque alguien lleva una blusa
igualita a la mía o porque no obtengo el reconocimiento que yo quisiera…
Autoafirmarse es decirse a uno mismo: “Estoy
en este planeta con una misión, vine con una finalidad y voy a cumplirla…”
Y si estás así de consciente de ello no habrá fuerza humana ni divina que pueda
impedirlo.
Y el Sol en el signo de
Libra le dice a la Luna en Aries: “No
estás sola en el mundo, muchos seres humanos te acompañan y es importante
amarse, autocuidarse pero sin atropellar a otros y aprendiendo que los demás
son un YO SOY tan valioso como tú…” Hay que aprender a relacionarnos desde
el corazón…
Ahora que la Luz llegó a
cada rincón del planeta todo queda descubierto. No se puede vivir de
apariencias y la honestidad se sienta en el trono del mundo para reinar por
muchos años…
Y esos son los mensajes
que nos dejó el eclipse cuya fuerza nos seguirá acompañando por mucho tiempo
ayudándonos a sanar nuestra parte Aries y también la zona Libra que hay en
nosotros…
Les pido a mis bellos
lectores que atesoren toda la luz solar que recibieron porque es un regalo que
el Cielo envía solo a unos cuantos: Los que están dispuestos, abiertos a
recibirlo y quienes hacen de la Gratitud un modo de vida.
En Amor y Conciencia.
Me® Si reenvías este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
