Bendecir es un acto sagrado que nace del alma. Cuando regalas “Bendiciones”
de manera consciente es como si todo el Universo se detuviera para cumplir con
esa orden: brindarte todo el amor, la asistencia, protección, bienestar,
abundancia y sabiduría del Cosmos
En algunas culturas acostumbran a saludar bendiciendo… y eso resulta un
acto mucho más consciente que un ‘Hola’
o un ‘hasta luego’…
Por eso muchos acostumbran a bendecir su día cada mañana al levantarse, el
lugar donde trabajan, los alimentos que consumen, a las personas con las que se
van encontrando en su camino y todo lo que les conecte con ese manantial de
amor que todos llevamos dentro siempre esperando a ser derramado sobre la
creación entera para continuar con la obra iniciada por el creador de entregar
amor a raudales.
Cada vez que ofreces una bendición estimulas esa fuente inagotable del amor
infinito que nos envía el Gran Padre-Madre y esa bendición no solo cae sobre
quien es depositario de ella sino también de ti y de toda la humanidad.
La palabra bendecir viene del latín benedicere
que significa “bien decir” o hablar bien…
Una bendición es la expresión de una intención generosa hacia objetos,
personas, lugares, eventos…
La bendición no tiene por que provenir de prelados religiosos u hombres de
alcurnia, bastará con que alguien sintonice con su espíritu para que sus
palabras o deseos hacia él o hacia otro queden bendecidas y eche a andar el
poder de ese manantial al que todos podemos acceder cuando queremos el bien
para los demás…
Si en el mundo acostumbrásemos a bendecir cada cosa que vemos, tocamos,
bebemos o comemos en poco tiempo cambiaríamos la energía del planeta al punto
de ascender a vibraciones superiores… Sería como dejar de vivir en la Tierra
para vivir en un Cielo.
Por eso los invito hoy a repartir bendiciones por todos los lugares del
planeta… Bendice a tu amigo, tu hermano, tu esposa, tus hijos, tu casa, el
trabajo, la vida, los problemas, las alegrías, las penas, la salud, la
enfermedad… Verás como derramas amor en cada cosa que bendices y tu actitud
hacia ella cambia.
No es necesario que digas: Que Dios te bendiga o que los ángeles, los
santos, Buda, Krisna, Kwan Yin u otro ser ascendido sea quien entregue la
bendición a través de ti… Bastará con
que expreses: Bendiciones, pero desde el alma, con sentimiento puro para que
el Cosmos detenga su movimiento para cumpla con tu enunciado…
Es así… y si no me crees… pruébalo…
Y es así como hoy derramo bendiciones sobre esta Tierra generosa que me
cobija, sobre todos los seres humanos que son mis hermanos… sobre todos los
reinos de la creación… Sobre los acontecimientos de mi vida, los que percibo
como buenos y malos… y sobre ti que estás ahí leyéndome porque has sintonizado
con esta vibración…
Te bendigo amigo lector!
Me® Si reenvías este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
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