Con cada paso hundo mis
pies en la arena, a ratos húmeda y otros seca… Adoro sentir esos minúsculos
granitos perfilando mis dedos, mis plantas y mis talones produciendo ese
cosquilleo que me hace sentir viva y no puedo evitar sonreír…
Con cada paso me siento
más viva aún y oigo la brisa rugir en mi costado mientras veo mi pelo elevarse para
ir tras ella… y cierro los ojos suplicándole al viento que no arrastre mis
cabellos sino que se lleve con él algunos recuerdos que están molestando, alguna
pena que reaparece de vez en cuando y sobre todo que se lleve esta inseguridad
que me acompaña desde la adolescencia. Quiero caminar firme, segura, sin prisas
y confiada como cuando era una niña y no sentía miedo de explorar…
Me cuesta perdonarme por
haber estado desconectada de la naturaleza por algunos días y haberme sumergido
en el mar de las dudas dándole vueltas una y otra vez a miles de cosas que en
realidad no eran tan importantes como estar aquí hoy, mirando el mar, sintiendo
esta brisa acariciante a ratos y amenazante en otros… Y pienso en como nos
perdemos de disfrutar de la parte mas bella de nuestro paso por la Tierra: el
camino… y nos fijamos metas, hacemos planes y vamos tan pendientes de alcanzar
esos objetivos que nos olvidamos de disfrutar el viaje hacia ellos… nos detenemos
en pequeñas cosas, en detalles que pueden elevar o lastimar al ego y que
siempre traen enseñanzas pero no son la esencia de la vida… Nos quedamos
pegados en las nubes oscuras sin darnos cuenta de que van avanzando y dando
paso a nubes más claras y diáfanas que avisan la salida del sol…
Respiro hondo este aire
matinal que me energiza totalmente y sigo disfrutando de este suave masaje que
hace la arena en mis pies… y vuelvo a sonreír… ¡Es tan bella la vida! Y a veces
nos perdemos de todo esto por estar preocupados por cosas que aún no han
sucedido o por angustias del pasado… Nada… nada es más trascendente que la vida
misma y lo que vamos experimentando en esta travesía no son más que aprendizajes…
La Serpiente de Agua se está riendo de mi en el comienzo de sus largas
vacaciones de 12 años porque me pasó su examen tan sutilmente que ni cuenta me
di que solo era una prueba… Y aquí estoy… terminando de despojarme de cosas que
me impiden avanzar… No es fácil, pero voy soltando y desprendiéndome de más
capas de piel que aún llevo incrustadas…
Y sigo caminando… y
disfrutando…
Vivo este instante eterno
como si fuese la primera vez y también la última… no quiero perderme nada y a
la vez quiero soltarlo todo… como el vuelo de esa gaviota que pasa por mi
frente y quiero voltearme a verla, pero me detengo porque ya me dio el regalo
de planear muy cerca de mí ¿Por qué pedir más?
La vida nos da regalos por el tiempo justo para deleitarnos y por querer
quedarnos pegado a eso viene el sufrimiento…
Y sigo caminando… No hay
nada mejor que disfrutar de este viaje que no se hacia donde me lleva, pero
tengo confianza que será hacia mi mayor crecimiento… La vida siempre me ha
presentado las mejores cosas con un disfraz horrendo, tal vez para probar mi
valor… y lo tomo y descubro que es un regalo maravilloso envuelto en un papel
horrible… y aquí estoy con el regalo: viviendo este presente maravilloso
mientras voy disfrutando del camino…
En Amor y Conciencia.
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