Ha llegado
el esperado verano. El sol está bañando el hemisferio sur y con sus rayos
calienta la tierra y a todos sus habitantes… La noche se acorta, los días son más largos y nos llenamos
de actividades porque nos sentimos plenos de energías…
No solo
hace calor en el afuera sino que nuestro corazón se pone más cálido y se dilata
para recibir y también para dar… Es el tiempo de los corazones henchidos y maduros como las
frutas…
Verano
es para derramar la profunda cosecha de las emociones, no solo a la tierra sino que a la
vida, a la pareja, a los amigos, a los hijos… tiempo de entrega… de dar… Así
como la tierra suelta los frutos maduros para nutrirnos, así debemos empezar a alimentar a los demás con la palabra, la acción, la luz…
Verano es
tiempo de Sol… la luz nos invade y ya no podemos escondernos entre las sombras,
quedamos expuestos así que a brillar todos… a iluminar a esta humanidad tan
sedienta de todo.
Tiempo de
estío… Tiempo de madurar… Tiempo de cosecha… Tiempo de Luz…
Me®
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