Mucho se habla de chanterío en
los temas relacionados con el espíritu y ¿acaso no lo hay en todas las
profesiones? Todos conocemos a algún abogadillo dedicado a trabajar fuera de la
ley o a un médico que falta al juramento hipocrático, a comerciantes con sus
trampas del oficio y ni hablar de algunos sacerdotes que olvidan sus votos de
obediencia, castidad o pobreza…
Creo que lo hemos
conversado en más de alguna oportunidad a través de este blog: Solo atraemos lo que llevamos
dentro y por afinidad o sintonía
jamás podremos atraer algo que
no esté vibrando como nosotros. Si en nuestras vidas
reina la verdad y la transparencia difícilmente atraeremos hacia nosotros a
seres poco veraces excepto para aprender a discernir entre lo real y lo
confuso. Y eso no es algo tan difícil, solo hay que mantener el corazón en su
máximo nivel de apertura para sentir los latidos vibrantes de esos otros
corazones que se cruzan a nuestras vidas como maestros ya sea para bien o para nuestro
crecimiento.
De pronto me sorprendo
viendo actitudes bien poco santas en mis colegas, así como supongo que ellos las ven
en mi. Todo es una cuestión de apreciación y entiendo que solo puedo sintonizar
con las energías que me son conocidas así que por lo tanto asumo que lo que
aprecio en los demás como no santo, es una parte de mi que no actúa en conformidad
con las leyes de la espiritualidad y la proyecto en otros.
Cada cual es este
aprendizaje de la dualidad se sueña de una determinada manera y eso nos mantiene ciegos
para ver nuestros fallos y viene otro ser y nos hace el tremendo favor de
espejarnos… ¡y vaya que nos espanta vernos en el otro...! Rechazamos esa imagen, la alejamos de
nosotros, criticamos a ese ser que nos retrata y hasta podemos llegar a
desprestigiarlo por vivir en la total inconsciencia…
Ser conscientes es siempre buscar en los demás esa
parte que vibra en sintonía conmigo…
porque todo lo que llega o está en mi vida es por afinidad vibratoria… y cuando
algo se aleja, ya sea porque nosotros le damos la espalda o porque simplemente se
va, es porque ha dejado de vibrar en armonía conmigo.
Podemos elegir las
vibraciones que queremos en nuestras vidas y yo desde hace mucho tiempo que
selecciono las energías que dejo entrar en mi campo y lo tomo como una opción de
vida. A muchos les extraña. A otros les molesta y la mayoría no lo comprende,
pero también he dejado atrás la importancia que le daba a que los demás opinen
de mi. Es mi vida y solo yo puedo decidir como la vivo.
En estos tiempos hay
gurúes y maestros de todo tipo, color, forma, tamaño y vibración… De pronto te
preguntas ¿Cómo este o este otro gurú puede tener seguidores? Y la respuesta es
que cada cual atraerá a los que vibren a tono con ellos. Una persona de elevada
vibración jamás elegirá un maestro de vibración más baja a la de ella y puede
que las personas de bajo tono vibratorio encuentren a alguien de mayor nivel de
conciencia un loco desquiciado simplemente porque no alcanza a comprender la
magnitud de su enseñanza ya que sus canales de percepción aún no se abren para las
vibraciones superiores. Así como al Gran Maestro Jesús, a quien lo traicionaron
sus propios amigos porque les faltó desarrollo de la conciencia… y así les pasa
a muchos que mueren como villanos para ser recordados después como mártires..
Y no debemos intervenir en
el libre albedrío de las personas… Cada cual está en libertad de elegir a su maestro y
tiene todo el derecho a equivocarse no una, sino cientos de veces… Yo me equivoqué varias
veces idealizando personas que tenían un muy buen discurso, pero a la hora de
volver acción esas palabras solo quedaba flotando en el aire la inconsistencia…
Así como descalifiqué a otros maestros para darme cuenta más tarde de que si me
estaban enseñando y no supe comprenderlo en su momento…
Y recuerdo una frase que
me siempre repetía mi abuela: no te dejes llevar por las
palabras, mira las acciones de las personas porque es por sus frutos que se
conoce al árbol… y así no más ha
sido… Son las acciones las que enseñan por si mismas. Un buen maestro no
predica… solo medita y luego practica.
… y una vez más viene a mi
mente el Maestro Jesús con su frase: Por sus frutos os conocerán…
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