Constantemente nos vemos enfrentados a los retos que
nos pone la vida y muchas veces los evadimos sin ser capaces de apreciar la
gran oportunidad de crecimiento que éstos nos brindan.
Cuando ya estamos listos para pasar al siguiente
nivel, la vida nos pone pruebas. Nos toma examen como cuando pasamos de un
curso a otro. Por eso cada desafío es el regalo que nos avisa que vamos avanzando. ¿Por qué temer si estamos preparados?
Nos acostumbramos a movernos solo en lo conocido y
cualquier cosa que nos saque “del territorio” nos produce pánico, sin darnos
cuentas de que continuar haciendo lo mismo de siempre nos aleja de nuestra
humanidad, convirtiéndonos simplemente en robots… es esta la razón por la que la
vida nos manda algunas sacudidas para sacarnos del mecanicismo en que nos
manteníamos inmersos. Algunas veces el sacudón viene con un quiebre de
relaciones, pérdida del trabajo, enfermedades, depresión… El golpe vendrá justo
en el área de nuestra vida que requiera de sanación y equilibrio.
Esta es la manera en que la vida nos despierta y nos
conduce hacia los cambios necesario que estamos evadiendo…
El gran desafío consiste en mantenernos seremos,
seguros, confiados ante ese vendaval que se nos asoma.
Pasado el miedo inicial empezaremos a buscar
soluciones y la tarea debe centrarse justamente en eso: “en centrarnos” para no perder
energías aferrándonos a los que hemos perdido.
Ante la pérdida, cualquiera sea, debe vivirse el duelo
y llorar y gritar sin pudor para sacar afuera la tristeza, la rabia o impotencia que nos
embargan. Luego viene la reflexión y el sentimiento de abandono de ¿Por qué a
mi? Para luego respondernos ¿Por qué NO a mi? Lo ideal sería que te hicieras
unos mimitos con algo que de verdad te haga sentir bien y puede ser que te des
cuenta de que tienes tiempo para dar esos paseos que antes añorabas… o
inscribirte en clases de yoga o pilates… Es el momento de hacer todo aquello
que pensabas hacer “cuando tuvieras tiempo”.
Respira… Parpadea… Escucha… Es hora de empezar a
sentir la vida que fluye en tu interior… Hay una enorme gama de sonidos, aromas,
colores, sabores y experiencias reservadas para ti… no te pierdas ninguna de
ellas… Es hora de empezar a disfrutar.
Acepta con confianza los retos del destino, son
siempre regalos maravillosos, puertas que se abren hacia el verdadero
crecimiento. No importa que vengan disfrazados de fracasos, enfermedades, pérdidas, o depresiones…
una vez que quitas el disfraz verás el tesoro que se esconde dentro.
Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.
3 comentarios:
Que hermoso.
gracias Mercita, he pasado una tarde maravilosa leyendo todos tus post...
Que dios te bendiga ahora y siempre.
Muy buena reflexión. Felicidades desde España de otro enamorado de la conciencia ante el regalo de los desafios!
Excelente reflexión!!!
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