Sé tierra, dijo el Maestro. La tierra recibe las
deyecciones de hombres y animales y esto no le molesta. Muy al contrario,
transforma las impurezas en abono y fertiliza el campo.
Sé agua, dijo el Maestro. El agua se limpia a sí misma y
limpia todo aquello que toca. Sé agua en torrente.
Sé fuego, dijo el Maestro. El fuego hace que la madera se
transforme en luz y calor. Sé el fuego que quema y purifica.
Sé viento, dijo el Maestro. El viento esparce las
simientes sobre la tierra, hace que el fuego arda con más vigor y empuja las
nubes para que el agua caiga sobre todos los hombres.
Si tienes la paciencia de la tierra, la pureza del agua,
la fuerza del fuego y la justicia del viento, entonces eres libre.
"No es el martillo el que horada la piedra, sino el
agua con su danza y su canción"
R. Tagore
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