Los Equinoccios y los Solsticios vienen a recordarnos que en la vida todo se
mueve por ciclos… Estamos en continuo cambio y transformación… y le llamamos
evolución.
La semilla que nació en Primavera trajo millones de oportunidades para cada
uno y esas oportunidades, las regaras o no, crecieron, dieron sus frutos que ya
han madurado y reparten sus semillas sobre la Tierra… otros las recogerán
sembrarán y el eterno ciclo continuará…
Ahora, en el lado Sur del planeta estamos recogiendo semillas. Cosechamos
lo que sembramos en Primavera ¿Qué semillas pusiste tu? ¿Te asombras al mirar
tu cosecha? No es culpa del tiempo, ni de la lluvia ni de los incendios
forestales… Son tus semillas energéticas… Las que sembraste aquel día en que,
enfurecida, te fuiste de casa de tus padres dando un portazo o cuando te
quedaste todo el día encerrada en tu pieza llorando porque la depresión te
impedía levantarte… o cuando saliste de paseo con los niños al campo y pasaron
un día inolvidable jugando y cantando mientras subían por los cerros… o ese día
que recogiste a ese cachorrito abandonado a punto de morir bajo la lluvia y lo adoptaste… O cuando
dejaste sonar el teléfono y no contestaste a alguien que te necesitaba… O
cuando hiciste trampa en la prueba de final de curso… Todo eso es siembra… Toda
la energía que esparces al viento en forma de pensamientos, palabras o acciones
se convierten en semillas… que algún día florecerán y te darán numerosos
frutos.
Entonces… ¿Qué queremos cosechar?
Se dice que la niñez y la infancia son la Primavera de la vida. Nacer y
despertar… que la juventud y adultez son el verano, cuando te emparejas y
reproduces. Das frutos… Luego la madurez es el Otoño, cuando nos replegamos al
interior… Luego, en el invierno, la vejez, es un periodo de inercia… de
latencia… como esperando que venga otra Primavera a rescatarnos para renacer…
Vivimos este Otoño
para iniciar un tiempo de interiorización… Nos replegamos hacia el Ser… nos
reconectamos… y para compensar las largas horas de oscuridad, vamos en busca de
nuestra propia luz interior para que nos entibie y nos ilumine. Si no eres
capaz de hacerlo, si no encuentras tu propia luz es porque estás muy
desconectado y es tiempo de buscarte, encontrarte y reconectarte… aunque eso
puede ser un proceso doloroso para algunos, es muy necesario, no diré
obligatorio porque tenemos libre albedrío… pero una de las razones por la que
vivimos la experiencia 3D terrenal, es para iluminarnos… y eso puede tomarnos
siglos o un solo instante…
Reconectarse
significa reconocer que como miembros de la familia de Hijos de esta bella
Madre Tierra, no estamos ajenos a los procesos que vive la naturaleza entera y
que también nos suceden Primaveras y Otoños a cada uno, aunque sean desfasados
de las estaciones que tiene el año…
Es tiempo de
reconectar… es tiempo de buscar nuestra luz… Tiempo para seleccionar las
semillas que queremos sembrar… solo las mejores, las más nobles y bellas
semillas queremos ver florecer en Primavera, como la autoestima, la
generosidad, la valentía, lealtad, compromiso, inocencia, aceptación,
confianza, gratitud, felicidad… Todo aquello que quieras ver florecer en el
campo de tu vida…
Te deseo una Feliz
Cosecha Otoñal!
En Gratitud, Desapego,
Amor y Conciencia.
Me®
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