Junto con abrazarnos para
recibir el Nuevo Año, nos despedimos de las energías de Los Enamorados que nos sumergieron de lleno en la dualidad para
enseñarnos que estamos en capacidad de optar entre muchas alternativas y elegir
por que camino transitar… No fue fácil, pero una vez hecha esta tarea nos toca subirnos a El Carro porque así como tenemos edad para tomar decisiones también la tenemos para conducir nuestras vidas.
El hombre (Tú) que maneja
El Carro (la vida) lleva en su mano un cetro que representa el honor y la
gloria de haber conquistado su naturaleza espiritual por sobre su animalidad y
tiene en su cabeza una corona porque es capaz de gobernar sus pasiones. La
mayor conquista que puede tener cualquier ser humano es la de si mismo cuando alcanza
el dominio espiritual por sobre lo material o carnal y cuando comprende que no
alcanzará la iluminación encerrándose a orar en un monasterio sino que saliendo
a la vida, a la aventura, a enfrentar situaciones, a adquirir experiencias… y
para ello tiene que aprender a escuchar a su corazón (caballo claro) sin perder
su capacidad de reflexión y análisis (caballo oscuro).
Vivir la energía del
arcano Nº 7 de las cartas del Tarot requiere de grandes dosis de pericia,
autodominio y constancia ya que representa al hombre bien despierto y suficientemente
empoderado con la conquista de si mismo como para tomar las riendas de su vida
y conducirla por una senda que ha elegido. Deberá también controlar a los
caballos, esas dos fuerzas que se contraponen: la pasión (caballo rojo) y la
razón (caballo azul) y su mayor logro será mantener el equilibrio entre ambos
para que ninguno se desboque.
El Carro está en constante
movimiento y nos avisa que se aproximan cambios inminentes y veremos cambiar el
paisaje continuamente. Nuevas experiencias llenaran nuestras vidas y muchas
personas entrarán en nuestro mundo con el fin de gatillarnos el trabajo
emocional.
No es fácil conducir El
Carro y hay que antes haber pasado por el aprendizaje de El Loco viviendo de
manera mecánica, de El Mago como despertador, de La Sacerdotisa haciendo
consciente nuestra espiritualidad, de La Emperatriz reconociendo nuestra
terrenidad, de El emperador conquistando un espacio, de El Papa siguiendo una
tradición y de Los Enamorados aprendiendo a decidir…
Tenemos por delante 365
días, para tomar las riendas de nuestro mundo emocional y racional y lograr el equilibrio entre ambos… Estaremos
intentando controlar dos fuerzas y reconociendo nuestro poder como seres
espirituales. Viajaremos por el camino del crecimiento interior y lucharemos
por mantener nuestra naturaleza egoica en calma para tener el alma en paz…
Hay mucho que trabajar
conduciendo El Carro, pero sobre todo debemos mantenernos serenos porque aunque
nos hayamos coronado de triunfos, en cualquier momento se nos desboca el Carro
y se nos cae la corona y perdemos el cetro. Nunca se ha llegado al final del
camino en el trabajo espiritual y debemos mantenernos siempre atentos para
poder seguir avanzando.
Así que a mantener la
conciencia bien despierta para adquirir todo el aprendizaje que se viene en
este periodo anual y no perdernos ni un solo detalle de este espectáculo
maravilloso que nos está dando la vida…
Continúa el cambio y se
viene la mejor parte así que a no perdérsela…
En Amor y Conciencia.
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