1. Ordena tu vida.
Sentirás una gran oleada de
inspiración cuando te deshagas de cosas que ya no son útiles en tu vida. Así
que mientras menos posesiones necesites asegurar, cuidar, desempolvar,
organizar y mover, más próximo estarás de ser libre.
2. Elimina de tu agenda las actividades y
obligaciones innecesarias e indeseables.
Dile “no” a las exigencias excesivas,
y no te sientas culpable de inyectar una dosis de tiempo libre a tu rutina
diaria.
3. Asegúrate de que tu tiempo libre sea
libre.
Pasar una tarde leyendo o escribiendo cartas, viendo una película con un
ser querido, cenar con los hijos o hacer ejercicio, es más inspirador que
asistir a un evento en el que suelen abundar las conversaciones inútiles.
4. Saca tiempo para la meditación y el yoga.
Saca
por lo menos 20 minutos diarios, siéntate en silencio y establece un contacto
consciente con Dios
5. Regresa a la sencillez de la naturaleza.
No
hay nada que sea más inspirador que la naturaleza, camina o acampa en el
bosque; nada en un río, lago o en el mar; siéntate frente a una fogata, monta a
caballo o esquía en la nieve.
6. Marca distancia entre tú y tus críticos.
Dales
una bendición silenciosa a quienes andan buscando defectos o son amigos de las
confrontaciones y apártate de su energía tan rápido como sea posible.
7. Saca un tiempo para tu salud.
Recuerda que tu
cuerpo es el templo sagrado donde vives durante esta vida, así que saca un poco
de tiempo cada día y haz ejercicio
8. Juega, juega, juega.
Simplificarás tu vida y
te sentirás inspirado si aprendes a jugar en vez de trabajar toda tu vida.
9. Disminuye el ritmo.
Cuando vayas en tu auto,
disminuye la velocidad y relájate. Desacelera tu forma de hablar, tus
pensamientos y el ritmo frenético de todo lo que haces. Dedica más tiempo a
escuchar a los demás; sé consciente de tu inclinación a interrumpir y a dar por
terminadas las conversaciones, y opta más bien por escuchar. Detente y aprecia
las estrellas en una noche despejada, o las formas de las nubes en un día gris.
Siéntate en un centro comercial y observa cómo todas las personas parecen ir
deprisa y sin rumbo alguno.
10. Haz todo lo posible para evitar las
deudas.
Recuerda que estás intentando simplificar tu vida, así que no necesitas
comprar objetos que la complicarán y la trastornarán. Si no puedes adquirirlos,
olvídate de ellos hasta que puedas hacerlo; al contraer deudas, sólo agregas más
capas de ansiedad a tu vida.
11. Olvídate del valor efectivo.
No te niegues a
los placeres de la vida por razones monetarias; no determines tus compras por
el hecho de obtener un descuento, y no te prives de sentir alegría porque no te
hicieron una rebaja.
12. Acuérdate de tu Espíritu.
Si la vida te
parece muy compleja, rápida, desordenada, frenética o difícil, acuérdate de tu
propio Espíritu. Estás encaminado a la inspiración, un lugar sencillo y
pacífico en donde estás en armonía con la sincronización perfecta de toda la
creación. Viaja mentalmente allí y detente con frecuencia para recordar lo que
realmente quieres.
Wayne W. Dyer
Mer
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