miércoles, 27 de enero de 2010

Volver a la Luz...



Todos somos en esencia seres luminosos, solo que muchos lo han olvidado y por eso caminan entre sombras

Nacemos hermosos, llenos de alegría e irradiando luz hacia todas partes: la gente nos ama cuando niños, se acercan y no pueden resistir hacernos un mimo: ese es el magnetismo de nuestra luz

Pero la vida, con su formación y educación creadas para que olvidemos nuestro linaje divino, para alejarnos de nuestra esencia y para impedir que crezcamos en luz y conciencia nos van apartando cada día más de nuestra conciencia, de nuestra luminosidad

Pero nuestra alma se mantiene intacta y nos recuerda por medio de dulces susurros que somos luz, que llevamos una chispa divina dentro, que vinimos a iluminar, que estamos aquí para sanar(nos) y sobre todo para hacer crecer al ser luminoso que permanece dentro de nosotros siempre intacto esperando que le recordemos y despertemos de este sueño tridimensional que nos ha hecho olvidarla.
Poseemos libre albedrío y podemos elegir manifestar nuestra luz o seguir viviendo en la oscuridad Es una elección constante hacernos cargos de nuestras luces y sombras. Pero primero hay que ser conscientes de ellas.

Despertar es volver a la luz. Hacernos conscientes de que hay una sabiduría infinita habitando en nosotros y podemos dejarla salir en cuanto necesitemos de ella, pero para eso hay que aprender a escucharnos, a amigarnos del silencio para que surja desde el fondo la voz del alma que nos deje ver el resplandor del espíritu.

Esa Luz que habita en nosotros podemos hacerla crecer también entregando amor, siendo considerados y pacientes con el resto, ayudando a los demás a crecer y a desarrollarse, pero sobre todo, viviendo anclados en el presente y disfrutando del HOY que es lo único que poseemos porque el mañana es una quimera y el pasado un recuerdo

Nadie es un foco aislado, todos nos estamos nutriendo constantemente de las luces de los demás así como alimentamos con nuestra luz al resto. Nadie puede solo esperar recibir luz, también tiene que entregarla a los demás para seguir en esta gran cadena luminosa que somos los seres humanos Si pretendes solo crecer en luz recibiendo y siendo incapaz de entregarla, tu foco se apagaré lentamente y la luz de los demás no llegará a ti

Siempre estamos en posibilidad de retornar a la luz, aunque hayamos vagado en medio de las sombras. La Luz de la conciencia siempre está ahí disponible para todo aquel que quiera usarla...

Así que ya sebes amigo lector. Tu misión es iluminar esta Tierra con Sabiduría y Amor ¿Qué estás esperando?

Me® 

lunes, 25 de enero de 2010

La Aromaterapia

 
Las esencias aromáticas son el regalo más valioso que nos hacen las plantas; representan su energía vital, su espíritu, su inmunidad. Estos verdaderos elixires son un bálsamo para el cuerpo, la mente y el alma.
 
Más allá del conocimiento de sus propiedades, debemos prestar atención a la respuesta del cuerpo y los sentidos. Si un aroma no te agrada o por algún motivo lo rechazas, déjalo. Los beneficios de los aceites esenciales van desde relajación, pasando por  su capacidad coadyuvante en el tratamiento de alguna molestia física, hasta el estímulo energético de amplio espectro. 
 
Algunos de sus usos:
 
Estimulantes: alcanfor, anís, comino, coriandro, enebro, estragón, limón y romero.
 
Termogénicos: alcanfor, anís, benjuí, canela, clavo, comino, coriandro, estragón, jengibre, mejorana, nuez moscada y orégano.
 
Afrodisíacos: amaro, patchouli y sándalo.
 
Sedantes: amaro, benjuí, enebro, lavanda, manzanilla, naranjo, nerolí (pétalo del naranjo), olívano, patchoulí, rosa, sándalo e ylang-ylang.
 
Antisépticos: árbol de té, cajeput, canela, clavo, lavanda, limón, niaoulí, orégano, pino y tomillo.
 
Descongestivos: eucalipto, hisopo y salvia.
 
Digestivos: jengibre, nuez moscada e hinojo.
 
Compartimos un botiquín con algunas esencias de uso común. No hay como la experiencia para adquirir maestría en su uso, incluso te irás animando a hacer tus propias fórmulas con propiedades que irás descubriendo.

Fuente: Universidad por el Despertar

Me®

viernes, 22 de enero de 2010

El dolor...


Tu dolor es la ruptura del caparazón que encierra tu entendimiento. Así como el hueso del fruto debe romperse para que su núcleo pueda exponerse al sol, así tú debes conocer el dolor. Y si pudieras mantener tu corazón maravillado ante los milagros diarios de tu vida, tu dolor no te parecería menos maravilloso que tu alegría. Y aceptarías las estaciones de tu corazón, así como siempre has aceptado las estaciones que pasan sobre tus campos. Y observarías con serenidad a través de los inviernos de tu sufrimiento. Gran parte de tu dolor es tu propia elección. Es una poción amarga con la que el médico que hay en ti cura tu ser enfermo. Por lo tanto, confía en el médico, y bebe su remedio con silencio y tranquilidad: porque su mano, aunque pesada y dura, está guiada por la mano tierna de lo invisible, y el cáliz que trae, aunque quema tus labios, ha sido hecho del barro que el Alfarero ha humedecido con Sus propias lágrimas sagradas.

Osho

Me®

miércoles, 13 de enero de 2010

Hablemos de Astros…



Fui astróloga desde que nací… más bien, creo que de antes… Lo traigo de muchas vidas anteriores. Antes de aprender a leer o escribir ya me sabia los signos de memoria y los repetía en orden porque los escuchaba todas las mañanas por la radio en el horóscopo… y creo que es raro que una criatura de menos de dos años, mientras le dan la comida está repitiendo signos… pues esa es mi historia.

Crecí en un medio pragmático donde la astrología era cosa de gente ignorante… Aún así, en mi adolescencia y juventud compré cuanto libro o revista de astrología encontré, pero eso me hizo alejarme más de ella, aunque seguía preguntando, antes que el nombre, el signo. No fue hasta los 30 años que entre a estudiar astrología… y fue a medida que descubría cosas que siempre supe, que me conecté con esa sabiduría ancestral y desde ahí todo fue mucho más fácil para mi.
Hice tantas cartas astrales. Indagué en los temas natales de famosos solo por aprender más sobre esta no reconocida ciencia y tan vilipendiado arte. Revisé cartas de cantantes, escritores, deportistas, actrices, reyes, dictadores, enfermos mentales, presidiarios condenados a muerte, psicópatas, premios Nobel, países y eventos… y de toda persona que quisiera colaborar con esta pasión…

Cuando empecé a levantar Cartas Natales se abrió un mundo nuevo para mi…
Descubrí que tenía ante mi una herramienta imprescindible para el autoconocimiento propio y de los demás. Me hice íntima con Venus y Neptuno… Júpiter, Saturno y Plutón se hospedaron por un largo tiempo en mi casa para poder conocerlos íntimamente. Con Mercurio nos pasábamos peleando y discutiendo… El Sol iba tan rápido que no lo podía atrapar… pero su cálida mirada me decía cosas hermosas… La Luna y Marte me mantenían ocupadísima mientras Urano me pretendía y yo lo ignoraba.
Así fui relacionándome con los planetas y pude ir a fondo con los temas natales.

Lo más importante que aprendí de los astros, es que nada está escrito… Vamos tejiendo el entramado de nuestras vidas de acuerdo a ese diseño que traemos en el alma…

Es cierto que la astrología, de acuerdo a tu Carta de Nacimiento te impulsa a desarrollar determinados aspectos en tu vida, pero no determina. Ante todo eres –somos– libres de dirigir nuestra vida hacia donde queramos… pero los elementos, la cualidad, los planetas, el signo, la casa, los aspectos y toda la energía que nos enviaba el cielo al momento de nacer nos llevan a realizar ese pacto que traemos firmado en el ADN energético.

Los planetas en los signos y las casas nos aportan capacidades y de nosotros depende vivir esas cualidades como una virtud o como un defecto… claro, porque todo tiene sus luces y sus sombras… y no vivir ese pacto es lo que te lleva a la tristeza… como ese cuento de El Árbol que no sabía quien era… y te dejas llevar por otros que quieren hacer de tu vida un calco de otras tantas vidas no vividas…

Entre aprendizajes y errores… entre aciertos y metidas de pata… en medio de ilusiones y desengaños, he mantenido una relación muy fuerte con los astros… ellos son mis amigos y me entregan mensajes, a veces muy claros, otras en clave… pero siempre me están hablando. La verdad es que el cielo es muy parlanchín y me cuenta cosas mías y de cada persona.

De pronto he entrado en profundas crisis astrológicas y la abandono por un tiempo, pero ella –la astrología– siempre me busca, porque ella es parte de mi como yo lo soy de ella… y he descubierto que mis crisis no son con los Astros sino con el público que viene a que le interprete una carta. He aprendido a discernir cuando alguien quiere una lectura consciente de su Carta de Nacimiento y cuando quieren venir a que les inflen sus egos… y estas últimas las derivo a otros astrólogos… Así no arruino este romance que mantengo hace tantos años con los Astros y puedo seguir investigando más sobre ellos…

Los abrazo mis queridos lectores…

Me® 

martes, 12 de enero de 2010

ALQUIMIA de la transmutación Celular:


El cuerpo humano tiene 60 trillones de células. La célula es la base del organismo. Cada célula posee inteligencia propia y está programada para cumplir en armonía, gracias a su programa computacional, su específica función en el órgano que la agrupa, manteniendo un constante "diálogo" con otras células y el cerebro. La aceleración externa y todos los factores estresantes que nos rodean estimulan la zona densa mental con emisión de pensamientos "basura" cuyo punto final es la célula, estos pensamientos inducen la pérdida de la armonía en el trabajo celular dando lugar a enfermedades de todo tipo, algunas llamadas psicosomáticas o somatización de las tensiones. Trabajan nuestras fieles y abnegadas células sin descanso como una fábrica altamente organizada, usan su central eléctrica o mitocondria que administra la energía del metabolismo mediante enzimas, estando el comando central en el núcleo celular con el ADN y los genomas que mediante la clave genética rigen la división o multiplicación celular. Toda la información hereditaria está almacenada en 100 millones de genes en cada célula. La célula se mantiene viva gracias a la fuerza vital del alma que le llega desde el subconsciente, fuerza que la diferencia de la materia inanimada o muerta y le permite actuar como un computador programando a sus moléculas, y formando nueva materia específica como las hormonas  y los anticuerpos por ejemplo. Cada pensamiento positivo que llega al cerebro, forma allí, mediante Alquimia cerebral, su específico agente neurotransmisor codificado y viaja  acompañado de él, llegando a todas las células del organismo, estimulándolas a trabajar en armonía y las ayuda a recuperar y mantener el natural estado de salud, mediante una Alquimia celular, movilizando átomos y moléculas, creando nueva materia y transmutando otra, como sucede a cada instante las 24 horas del día, todos los días. Interrumpida la energía subconsciente se produce la muerte celular y del organismo. Los átomos son los mismos, es decir siguen "vivos", no desaparecen, pero su agrupación carece ya de la chispa divina que permite manifestar la vida orgánica. El Genoma humano nació con el primer hombre teniendo un 50% de genes homínido con un 50% de genes divinos. De manera gradual se ha nacido, vida a vida, con más genes divinos y menos genes humanoides. Ahora, cada pensamiento positivo está potenciado en su Fuerza por factores cósmicos y planetarios que lo llevan a la Gran Alquimia de transmutar en cada célula los genes primitivos por genes divinos gracias al Mejor Pensar.
 
Es decir:

EL GRAN ALQUIMISTA ERES TÚ ACTUANDO EN TI MISMO Y POR TI MISMO


Dr. Iván Seperiza Pasquali©


Me® 

Slow food

El Slow food, traducido al castellano como comida lenta, es el término opuesto al Fast food o comida rápida. Es un movimiento internacional creado en Italia en 1986 y que se ha ido extendiendo rápidamente con el paso de los años por todo el mundo. Este movimiento se simboliza mediante la figura del caracol, porque la lentitud propia de este animal es el mejor símbolo para luchar contra la velocidad y las prisas que afectan al mundo moderno.
¿Qué pretende?
El objetivo que persigue es combatir la cultura del Fast food y recuperar los sabores y las costumbres tradicionales. Se basa en el disfrute de la comida, en desgustar los placeres que ofrece y en gozar de la buena mesa en el entorno más adecuado.
Una alternativa frente a la comida rápida
Los establecimientos de comida rápida ofrecen sus menús a cualquier hora del día, a un precio muy económico y se pueden encontrar en cualquier región del mundo. Por estos motivos son muchas las personas que acuden a ellos como entretenimiento y ocio o para saciar su apetito en un lugar divertido. Sin embargo otras personas recurren a estos locales por falta de tiempo ya que sirven las comidas en apenas unos minutos.
La comida rápida se acompaña generalmente de salsas y entrantes o acompañamientos que aportan sabores muy intensos y una cantidad elevada de sal. Este tipo de sabores enganchan y estimulan el apetito para seguir comiendo. La rapidez con la que se consumen estos productos es otro aspecto negativo. Al comer deprisa no se deja tiempo suficiente para que la sensación de saciedad llegue al estómago por lo que con frecuencia se tiende a consumir grandes cantidades de comida. Por otro lado, puesto que apenas requieren masticación, y debido a sus altos aportes de grasa, el proceso de digestión se ve dificultado.
Este tipo de comida cuando se convierte en algo cotidiano es cuando perjudica el estado de salud. En ocasiones estos productos sustituyen a las comidas principales por lo que en esas tomas existe deficiencia de determinados nutrientes que no contiene la comida rápida. En otros casos, se consume como un "extra" a lo que se toma habitualmente, en cuyo caso supone un exceso en el aporte de grasas y de calorías.

Recuperar las buenas costumbres
Con el paso del tiempo se han ido perdiendo muchas costumbres alimentarias saludables que es importante recuperar. Entre ellas está el consumo de platos completos y nutritivos con legumbres como ingrediente principal. Un potaje de legumbres con verduras y carne constituye un plato completo que no requiere mucho tiempo de elaboración si se emplea una olla a presión. Lo mismo ocurre con la elaboración de todo tipo de sopas y potajes, platos de cuchara que se van perdiendo con el paso de los años. Una solución es cocinar un mayor número de raciones y mantenerlas en congelación hasta su consumo. Otros platos hidrocarbonados de elaboración casera, también están perdiendo cada vez más presencia. Es el caso de los platos de pasta con carne o pescado, las paellas o incluso de las tradicionales patatas a la riojana que, acompañados de verdura o ensalada, forman un menú completo y muy nutritivo.
En cuanto a segundos platos cada vez se tiende más a consumir precocinados y cuando se elaboran en casa, suelen prepararse casi siempre a la plancha o fritos por ser las opciones más rápidas y sencillas. Conviene fomentar el consumo de preparaciones caseras elaboradas con ingredientes saludables como los tradicionales guisos. Esta preparación no implica un exceso de grasa si se elabora con los ingredientes adecuados. Es por ejemplo el caso de un pollo a la hortelana, sin la piel, elaborado con un rehogado de verduras y/o patatas guisadas, o del pescado en salsa verde con guisantes y verduritas, etc.

Los postres tradicionales de fruta fresca y lácteos son la mejor opción para consumir a diario. De forma ocasional se pueden incluir elaboraciones caseras que incluyan ingredientes saludables como las natillas, el flan, tarta con helado, etc.

Además es preciso fomentar y mantener las costumbres alimentarias y la riqueza gastronómica propia de cada región, dentro y fuera de ella.

¿Qué beneficios aporta?

El slow food conlleva una serie de ventajas a corto y a largo plazo entre los que destacan los siguientes:
- Promueve una buena masticación de los alimentos para favorecer la digestión.
- Fomenta la educación del sentido del gusto. El Slow food incluye sabores suaves y naturales como es el caso del tomate triturado frente al ketchup de la comida rápida. Cuando se abusa de sabores tan intensos, no se aprecian los sabores naturales de la comida tradicional. A esto hay que añadir que los sabores intensos estimulan el apetito y provoca un aumento de la ingesta.

- La calidad nutritiva de los menús es mejor si bien el precio supera al de la comida rápida.

- Favorece entablar relaciones sociales con otras personas alrededor de la mesa al comer de forma distendida y sin prisas.
Me®