sábado, 25 de febrero de 2012

Congruencia


Quizás lo que más nos cuesta en el camino del desarrollo espiritual es ser congruentes.
Todos somos increíblemente buenos teorizando y podríamos desarrollar una cátedra con todas las ideas y conceptos que hemos ido incorporando en este continuo aprendizaje, pero de ahí a aplicarlo cotidianamente distan unos buenos años luz.

Vivimos en un mundo que prioriza el decir más que el hacer y por ahí vemos pululando millones de pseudo espirituales que son muy buenos predicando y malísimos practicando –y no hay quien se libre– porque la vida nos muestra incontables ejemplos de personas que dicen una cosa, pero hacen otra y han sido nuestros maestros, desde nuestros padres, profesores, religiosos, políticos y etc.
No es necesario ir por la senda espiritual para tener coherencia entre el decir y el actuar. En todas las áreas de la vida necesitamos tener –más que mostrar– acuerdo entre pensamiento, palabra y acción y yo le agregaría también sentimiento.

Son muchos los que miran la espiritualidad como la militancia en alguna religión o secta y cree que debe seguir ciertas normas dictadas no se por quien e intentan ajustarse a modelos preconcebidos en sus mentes de lo que es la espiritualidad… y ahí está la mayor incongruencia, porque todo lo que te aleje de tu propia reflexión y acuerdo puede llegar a ser lo menos espiritual en tu vida ya que espiritualidad significa precisamente vivir conectados a la esencia, al sol radiante en el interior de cada uno y que es único y original en cada ser de la creación, aunque hayan similitudes entre muchos.

La congruencia es importante porque somos criaturas de la naturaleza y en la naturaleza todo es muy coherente y una flor que nace como dalia expandirá su aroma y su color como una dalia y nunca como rosa o jazmín… y un roble expresará su fortaleza y nos cobijará del sol como lo que es y no intentará ser un fresno, aunque sean de la misma familia. Si dejas de expresarte como lo que eres en realidad en sentimiento, pensamiento, palabra y acción, pierdes tu condición de ser natural (perteneciente a la madre natura) y empiezas a ser alguien artificial…

El Universo ama la congruencia y conspira a favor de ella. Alguien que contantemente dice cosas que no siente o no piensa pierde todo valor a los ojos del Padre Universo y no importa lo que diga después, si ha perdido credibilidad el Universo dejará de conspirar a favor de él.

La congruencia es nuestro pacto con el Universo y no tiene nada que ver con mostrar hacia fuera acciones que te vistan de coherencia. Muchas veces puede parecer que nuestros actos y pensamientos no están ligados, pero ya sabemos que no todo lo que parece es y viceversa.

Es común creer que la congruencia está relacionada con la persistencia de las ideas y no es así porque ser congruentes es precisamente aceptar que estamos en constante cambio y que nuestras ideas y puntos de vista pueden variar con el correr del tiempo.

La verdad es que no debemos ocuparnos tanto en ser congruentes sino que en ser nosotros mismos y fluir siempre desde el alma, desde el corazón… permitir que aflore lo mejor de nosotros. Esa es la mayor congruencia.

Me® 

 Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.

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