miércoles, 4 de mayo de 2011

Buscando Amor…



Todos desde que llegamos al planeta hemos estado buscando amor… Primero en el regazo de nuestra madre, después en el seno de la familia, luego entre amigos y más tarde corriendo tras el que creemos el príncipe azul.

Ir tras el amor es algo que todos hacemos como la cosa más normal del mundo. Es porque tenemos una idea equivocada de lo que es el amor… y sobre todo nos equivocamos en como y donde buscamos el amor.

En realidad, vas tras el amor porque no lo tienes dentro de ti. El solo hecho de vivir hambrientos de afecto, de aprobación, compañía, abrazos, caricias, besos, demuestra que hay una carencia enorme dentro de ti. Un vacío que quieres llenar con el amor de otro.
Es como cuando el cuerpo te pide vitaminas o minerales porque escasea de ellas y andarás deseosa de chupar limón si reclama vitamina C o antojadísima de comer huevos si te falta calcio… Cuando carecemos de amor, propio, vamos por la vida sediento de él…

Entonces debemos sanar esa carencia ¿Cómo? Simplemente brindándonos todo el amor que sentimos que nos falta. Nadie –eso te lo puedo asegurar–  llegará para llenar ese vacío de amor en tu ser, solo tú puedes hacerlo. Lo más común es escuchar a la gente decir “ámate, ve al salón de belleza, enchúlate y cómprate ropa nueva”… pero de verdad eso no es amarse… es más bien cuidar de la apariencia… Amarse es dedicarte todo el tiempo del mundo a sanar esa carencia que sientes dentro de ti. No importa que debas gastar en psicólogo, libros, constelarte, hacerte una Carta Astral o trabajar arduamente en conocerte para luego ayudarte…

Vamos a imaginar que estás saliendo con alguien y quieres conquistarlo: Le dedicas tiempo, le llamas a diario para saber como está y a veces cada hora… le preparas ricas comidas, le invitas a ver buenas pelis, le haces regalos y sobre todo le tratas muy bien… Pues entonces, todo eso que estás dispuesto a hacer y dar a otros puedes brindártelo a ti mismo. Regálate tiempo, preocupación, Prepara ricos platos para degustarlos, hazte obsequios: un viaje, música, libros, ropas… lo que te haga feliz… Mímate con sales de baños mientras escuchas un audio que te relaja… Toma un curso de algo que te fascine…

No estamos acostumbrados a eso verdad? Nos enseñan que preocuparnos mucho de nosotros mismos es egoísmo, que el amor hay que entregarlo a los demás y así nos alejan del verdadero amor…
Podemos dar amor, es la idea de venir a este aprendizaje terreno, pero ¿Cómo podemos dar algo si no lo tenemos?
Amar es todo un aprendizaje… cuando llegas al colegio no te piden hacer ecuaciones de 3er grado en el kínder… te van entregando los recursos, primero para que comprendas y luego para que puedas realizarlas… El aprendizaje del amor es similar. Primero debes comprender que el amor no son palabras dulces ni abrazos ni besos… El amor va mucho más allá de lo físico y es universal.

Yo no les hablaré de la visión común que se tiene del amor, porque mi misión es despertarlos y mantenerlos en la ensoñación se contrapone a eso.
Solo quiero hablarte del AMOR, así con mayúsculas, que no es conjugar el verbo AMAR que es poner toda tu conciencia en el afecto que das y te das… la mayoría conjuga el verbo querer que es lo contrario al amor. Porque en el querer estás deseando para ti, quieres a otra persona para tu felicidad, comodidad, tranquilidad o lo que sea… es como cuando quieres una flor y vas y la cortas… Le quitaste la vida, pero la tienes para ti… AMAR es lo contrario, es dar vida, honrar, enaltecer…

Así es como debes amarte, honrándote cada día, brindándote solo lo mejor… Rechazando cualquier tipo de maltrato, provenga de quien sea y sobre todo aceptando que eres tú la mayor fuente de amor hacia ti mism@...
Llénate de eso que estás buscando afuera… Mírate en el espejo cada mañana y siéntete merecedora de todo el amor del mundo… nada de migajas… Amor completo o nada…

Por eso... no sigas buscando amor... el amor está contigo siempre... Lo llevas dentro de ti.

Me® 

 Si reenvías este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.

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