miércoles, 21 de abril de 2010

Aplicaciones en Aromaterapia


El poeta Kabir decía:
"En tu cuerpo está el jardín florido. Siéntate en los mil pétalos del loto y aspira desde allí la belleza infinita"

y tal vez tenga razón: el olfato parece ser el sentido que más nos conecta con nuestra intimidad, con los silencios enriquecedores del alma.
El Dr. Edward Bach (Flores de Bach) comenzó sus investigaciones y el posterior descubrimiento de sus elixires entre los años 1930 y 1936. Así como otros tantos hoy en la actualidad, afirmaba que la esencia del mal o enfermedad se encontraba en el alma de la persona y no en su cuerpo. Esta falta de armonía entre el elemento espiritual y el cuerpo es el origen de actitudes conflictivas que casi siempre determinan una reducción de la capacidad energética del individuo, permitiendo así la aparición de la enfermedad.
Posteriormente a las investigaciones del Dr. Bach y sus primeros elixires florales, han sido descubiertas numerosas esencias de diferente procedencia, aunque casi todas de origen vegetal.

Estos son algunos de los Aceites esenciales utilizados en Aromaterapia y su acción dentro del campo psicológico y energético de la persona. La utilización de estos aceites debe hacerse bajo control de un terapeuta especializado. Advertencia: nunca se deben ingerir o aplicar sobre la piel aceites esenciales en su estado puro. 

Árbol de té
 Fatiga, agotamiento mental y fisico. Falta de emotividad, de creatividad y de fuerza. Para personas que suelen perder con facilidad su energía vital; que han bloqueado sus emociones y
se sienten sucias y/o indefensas.

Geranio
Pasividad, indecisión, pérdida de la fuerza de voluntad, estancamiento. Para las personas que les cuesta plasmar sus ideas, se bloquean y les falta fuerza para cambiar la situación. Su mente se mantiene en constante actividad, mientras ellas permanecen pasivas y estáticas. Les aporta entusiasmo, concreción, equilibrio, desarrollo de la creatividad. Integra la voluntad y el pensamiento.
 
Mirra
Aislamiento, soledad, incomunicación, orgullo espiritual, resentimiento. Indicada para personas que se retraen por miedo a ser heridas, que temen la intimidad emocional. Pueden ser personas que han escogido un camino de crecimiento que les haga sentirse por encima de los demás, pero que no aplican su sabiduría a su vida física; no se entregan.
La mirra ayuda a restañar las heridas y borrar las cicatrices emocionales, aportando claridad de visión interna, permitiendo la conexión espíritu-mente-cuerpo; insufla el valor necesario para enfrentarse a sus propios miedos y motivaciones para vivir plenamente.

Canela
Frialdad, apatía, fantasías no vividas, inhibición o desinterés sexual. áštil en personas que parecen no interesarse por nada. Viven en su propio mundo de fantasías. Carecen de la capacidad de transformar sus propios sueños en realidad, por haber bloqueado sus sentimientos, emociones y creatividad. Parecen tener los pies firmemente sobre la tierra, pero no concretan ni materializan sus ideas. Separación entre mente y cuerpo. Viven tristes en el pasado.
La canela aporta el equilibrio de la fuerza y la voluntad para materializar las fantasías, facilita y desbloquea la expresión de los sentimientos y emociones más profundos, libera de la apatía y proporciona la calidez necesaria para asumir los compromisos con uno mismo y con los demás. Recupera la alegría y las ganas de vivir el futuro.

Lavanda
Agitación, ansiedad, impaciencia, inquietud, desasosiego, angustia, cansancio, abatimiento.
Indicado en personas que están desarmonizadas. Para los que están desequilibrados afectivamente, inquietos, irritables, estresados y alarmados.
La Lavanda armoniza y equilibra las emociones, ayuda a las prácticas espirituales, aporta paz, armonía, calma, serenidad.

Romero
Olvido, desarraigo, aislamiento, desagradecimiento. Para personas a las que les cuesta mucho concentrarse. Para los que no quieren aprender. Son personas hurañas, esquivas, desatentas. En general se produce una desconexión entre el sistema de transmisión de la mente y el cuerpo.
Este equilibra las funciones de transmisión interna y ayuda a vivir positivamente en plena comunicación con uno mismo y con los demás. Cambia los marcos de referencia interna.

Ciprés
Frustración, pérdida de voluntad, deseo de muerte, pérdida de los objetivos en la vida, abatimiento, sedentarismo, insatisfacción, fastidio, mal humor, irritabilidad, vejez prematura. Indicado en personas que se sienten viejas, suelen aparentar muchos más años de los que tienen, a quienes los problemas superan en su capacidad de resolución. Pérdida de creatividad y fuerza vital.
Este les aporta resistencia, fuerza de voluntad, capacidad creativa, deseos de vivir, vigor, la capacidad de regenerar la fuerza psíquica y física.
 
Manzanilla
Ansiedad, desequilibrio emocional, hipersensibilidad, angustia con opresión en el pecho. Cambios emocionales bruscos. Personas que suelen cambiar de estado de ánimo fácil y rápidamente. Tendentes a las tensiones físicas y trastornos psíquicos.
El estrés forma parte de ellas. Duermen mal, sufren pesadillas y a veces sonambulismo. Se conmueven fácilmente.
La manzanilla equilibra, estabiliza y armoniza, cuerpo, mente y emociones. Permite descargar las tensiones y aporta calma, paz interior, amplitud de conciencia, poder de razonamiento, juicio interno.

Tomillo
Depresión endógena, ansiedad, tristeza, hipocondria. Carencia de fortaleza física y espiritual para salir de las crisis. Para personas que nunca paran y llegan al agotamiento extremo. No reconocen sus límites y no hacen nada para invertir la situación hasta haber agotado todas sus defensas, psico-físicas.
Les da coraje y fuerza para tomar conciencia de sus propias limitaciones y capacidad. Regula el flujo energético.

 Fuente: la red

Me®

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